pamplona. Esperas de hasta cuatro horas y colas de decenas de personas en horas punta para extracciones de sangre y pruebas radiológicas. Este es el escenario que pacientes que acuden al Centro Príncipe de Viana o CCI se han encontrado en los últimos días y que el departamento de Salud atribuye a una mayor afluencia de personas por los puentes de noviembre y diciembre.

Los retrasos y la acumulación de personas en la planta baja del centro de especialidades del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) han provocado malestar entre los pacientes y también sorpresa entre los trabajadores, algunos de los cuales afirman no haber visto en puentes de años previos filas de tal magnitud. "Lo normal antes era que para entregar el volante los pacientes tuvieran delante cuatro o cinco personas, pero es que ahora las colas, según la hora, son de 80 o 90 personas. La fila sube por las escaleras, 30 o 35 metros, hacia la primera planta o los pacientes reculan hacia el sótano. Son colas que casi bloquean la entrada. Y si los pacientes antes debían esperar 10 o 15 minutos para la prueba, ahora pueden estar más de una hora para entregar el volante y otro tanto para que les llamen. Es monumental", explicaba ayer un trabajador del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

"A partir del mediodía, el número de pacientes comienza a disminuir respecto a las primeras horas de la jornada", añadió. De hecho, ayer, pasadas las 11.30 horas, aunque la sala de espera estaba a rebosar, las colas eran ya mínimas y los pacientes cifraban en menos de 40 minutos la demora para la extracción.

horario Otras causas que pueden explicar esta masificación en el centro de especialidades del CHN son el reciente cierre del punto de extracción de sangre del antiguo Hospital Virgen del Camino y el trasvase de los pacientes de este centro a Príncipe de Viana, así como la mayor disponibilidad horaria de este último respecto al centro Dr. San Martín. Así, el horario del centro de especialidades es de 7.45 horas a 14.00 horas y el de la calle San Fermín, aunque amplio, es algo más restringidos, de 8 horas a 13.00 horas. En lo que va de año, se han realizado en el CCI 54.089 extracciones de sangre.

Esta suma de factores, reducción de puntos de extracción a dos en el complejo, mayor afluencia por las fechas y flexibilidad horaria más amplia en Príncipe de Viana, a los que trabajadores de Osasunbidea suman las limitaciones de plantilla, ha desembocado en una situación que los pacientes sobrellevan al menos desde el pasado jueves, según ha podido constatar DIARIO de NOTICIAS, con mayor o menor resignación según sus obligaciones familiares y laborales. "Tendría que estar ya en el trabajo. A mí no me dan permiso para este tipo de cosas y les he dicho que llegaría un poco más tarde, pero esto va muy lento. Tal y como está la situación no quiero causar ningún problema en mi empresa. A ver cómo explico que para un pinchazo he tenido que estar casi dos horas", se lamentaba el lunes un paciente.

Las demoras en Príncipe de Viana venían a sumarse en algunos casos a esperas previas de meses. "Desde julio a octubre estuve esperando a que me visitara el otorrino. Puse una reclamación en Atención al Paciente y me dieron cita para la semana siguiente. Al final, ha habido un hueco para la operación y me han encajado esta semana. De lo contrario la lista de espera llegaba hasta abril según me dijo la médica", explicaba una joven. "Las pruebas para el preoperatorio me las tenían que hacer entre el lunes 2 y el miércoles 4 de la semana pasada. El lunes pensaba que con el mediopuente habría poca gente, pero estuve casi tres horas esperando para la analítica de sangre, las placas de tórax y el electro. Había una fila que llegaba desde el sótano hasta casi la puerta de entrada. Donde había más gente era en la extracción de sangre. Tuve suerte porque mientras me realizaban las pruebas radiológicos mi madre hacía la fila para los análisis. Además, el miércoles tenía cita con el anestesista a las 12.15 horas y entraba a la consulta las 14.00 horas. Salió la doctora a decir que iba con mucho retraso y que si queríamos poner alguna reclamación en Atención al Paciente lo hiciéramos. No daba abasto. El trato de los profesionales fue exquisito y se disculpaban, pero el que caso es que estábamos todos ahí, sufriendo retrasos. Un señor dejó pasar a una señora que se tenía que ir a trabajar y no llegaba. Al final no queda otra que esperar, pero la gente se calienta", describía. Prueba de ello era un paciente que clamaba ayer contra los recortes mientras se dirigía a ampliar el tiempo de aparcamiento en la zona azul. "Todo el mundo roba y recortan donde menos deben hacerlo, en salud".