lAS calles de la capital navarra despertaron tarde ayer en la mañana de Reyes. Un día en el que se acaba con la intriga de la llegada de los Magos, y se cumplen, o no, los deseos de muchos niños; y en el que muchos reciben la segunda alegría de las vacaciones después de la venida de Olentzero. Seguramente, en más de una casa sufrieron el madrugón de los más pequeños que esperaban con ganas los regalos que los Magos de Oriente dejan cada año en sus hogares. Pero, a la hora de salir a la calle, los niños no dejaron ver sus bicicletas, patines y demás presentes hasta bien pasado el mediodía. Los suelos mojados contribuyeron a que no fueran muchos los que se animaron a estrenar sus juguetes a la luz del día.
"Hoy hemos venido a jugar al balón, aunque el suelo está mojado. Pero él, tan contento, ¿verdad, cariño?", declaró Fina Moreno Abellán mientras se dirigía hacia su hijo, Eduardo Argai Moreno, a quien los Reyes Magos le trajeron un balón. Junto a su madre, aprovechó parte de la mañana de ayer en la Plaza del Castillo para dar unas patadas al nuevo esférico. Al igual que Eduardo, Marcos Cortés Castelló dedicó con sus padres y con su hermana las horas previas a la comida para estrenar y probar alguno de sus regalos. En su caso fue una bicicleta, que unida a un cómic de Mortadelo y Filemón, un Skylander y un juego de mesa, completó los regalos que en la madrugada de ayer dejaron los Reyes Magos en su casa. "Antes tenía una bicicleta que se la he dado a mi hermana y ya era pequeña para mí", afirmó Cortés en el parque de Iturrama detrás del frontón López.
Por la misma zona se encontraba la familia Navarro Gracia. Los padres y sus cuatro hijos se dirigían hacia la casa de los abuelos para seguir abriendo regalos junto a sus primos. Al más pequeño de los hermanos, Alejandro, lo que más ilusión le hizo fue la escopeta Nerf, un juguete que dispara dardos. Todos ellos se mostraron satisfechos porque los Reyes Magos les trajeron todo lo que habían pedido "y alguna cosa más", añadió Javier Navarro, padre de los chavales, quien afirmó que son días "muy ajetreados pero en los que los peques disfrutan mucho", y dijo que con ellos los Reyes "también se han portado bien", aunque, entre risas, destacó que le habían regalado "mucha C: mucha camisa, corbata, colonia y cinturón". "Los niños se llevan de calle más regalos que los padres; han sacado buenas notas y han tenido buenos regalos", dijo Javier. Su mujer, Susana Gracia, afirmó que los niños estaban muy contentos: "Han tenido unos siete regalos por cabeza, creo".
reyes y olentzero Para algunos de los niños, este es el segundo día en el que reciben regalos. Moreno Abellán explicó: "Hemos vivido este día sin nervios. Los juguetes no le hacen tanta ilusión, pidió una cosa a Olentzero y ahora ya no sabía que pedir". A su hijo Eduardo Argai Moreno, se le olvidó escribir la carta a los Reyes, aunque junto al balón que le regalaron y que probó en la plaza del Castillo, también le dejaron Sus Majestades un abrigo y un Playmobil. Por la misma zona del centro de Pamplona corría Asier Otxotorena Olite con su patinete. Lo que parecía un regalo de Reyes, era en realidad lo que le había dejado Olentzero. Esta vez, los Reyes Magos le regalaron una camiseta. Su madre, Mari Carmen Olite Cambra explicó: "Estos días de Reyes los vivimos tranquilamente, con ilusión de ver que les traen lo que ellos piden". De esta manera, muchas familias navarras mantienen las dos tradiciones repartiendo regalos entre los presentes de Olentzero y la venida de los Magos de Oriente.