elizondo - Fue en 1997, el 28 de noviembre, cuando Juan Carlos de Borbón pronunció una frase, adaptada al momento y para dar coba a las autoridades presentes, que ha acabado pasando a los anales de la historia de nunca acabar: "¡Vaya señor túnel!". La presencia de los Reyes de España en Baztan sirvió para abrir al tráfico rodado una obra iniciada en 1993 y que tuvo un presupuesto cercano a los 11.000 millones de pesetas y abarcó una extensión total de 10,6 kilómetros.
El comunicado oficial de entonces afirmaba que el proyecto, que evitaba el ascenso y el paso por el sinuoso puerto de Belate, de 847 metros de altitud, "gravita en torno a dos grandes túneles, el de Belate, uno de los siete más largos de España con 2.930 metros de longitud, y el de Almandoz, de 1.040 metros. La cota máxima del nuevo recorrido es 141 metros inferior a la anterior".
El inolvidable por siempre Remigio Lizasoain, concejal durante años de Baztan y uno de los mejores conocedores del valle, sus acuíferos y sus cursos de agua (elaboró un catálogo de manantiales y regatas con más de 600 referencias que algún día verá la luz), se mostró escéptico desde el primer día. "En Belate, discurren cursos subterráneos a decenas y millones de metros cúbicos de agua y cuando encuentra un agujero, al final siempre acaba saliendo". Los desprendimientos en los túneles se han repetido hasta la saciedad, el anterior tan brutalmente espectacular como mostraron las cámaras de vigilancia, y ahora que se habla de desdoblamiento habrá que tenerlo pero que muy en cuenta. - L.M.S.