pamplona - Navarra contabiliza alrededor de 150 casos de anafilaxia, o reacción alérgica grave, cada año con el resultado de una o dos muertes "evitables con una adecuada instrucción tanto de los propios pacientes como de las personas de su entorno". La anafilaxia es una reacción alérgica grave de instauración rápida, que en ocasiones puede llegar a ser mortal, originada por ciertas sustancias denominadas alérgenos. Estos se encuentran con mayor frecuencia en los fármacos, sobre todo en los antibióticos y antiinflamatorios, algunos alimentos como huevo o leche, y en picaduras de insectos. Cabe destacar que 45.000 navarros sufren alergias alimenticias y que el 75% de las alergias graves son provocadas por alimentos y medicamentos.
Esta es la definición que aporta la guía ¿Qué es la anafilaxia? Guía para pacientes presentada ayer por el doctor José María Olaguíbel, alergólogo del Complejo Hospitalario de Navarra (CHN) y presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y la doctora Blanca García, también alergóloga del CHN, tras la reciente celebración de la semana mundial contra la alergia. Esta guía ha sido elaborada por la SEAIC con el objetivo de que la población en general, no solo la que padece la alergia grave, sea capaz de reconocer a tiempo los signos de esta manifestación alérgica y así iniciar el tratamiento adecuado, ya que una actuación rá-pida puede salvar la vida de quien la sufre.
Ambos alergólogos del CHN explicaron el contenido de esta publicación, resaltando la importancia de reconocer a tiempo sus signos de esta afección, de la que se estima que puede afectar a una de cada 300 personas en algún momento de su vida. "Es clave que el paciente sea diagnosticado de forma precisa e inmediata, y proceder a administrarle un tratamiento precoz", explicó Olaguíbel. Por lo tanto, añadió el doctor, los pacientes deben ser capaces de "autodiagnosticarse", es decir, "de saber que están sufriendo un cuadro de alergia grave y de iniciar el tratamiento lo antes posible porque las consecuencias serán menos graves". Respecto a esta cuestión, la guía explica cómo reconocer los síntomas, que se manifiestan con afecciones cutáneas, generalmente en forma de habones rojizos con picor e hinchazón, y que se acompañan de síntomas respiratorios, como falta de aire, o disgestivos, vómitos o náuseas.
actuar con rapidez La doctora García hizo especial hincapié en la importancia de la rapidez en la aplicación del tratamiento, en este caso, la inyección de adrenalina por vía intramuscular en el muslo. En el mercado existen dispositivos en forma de pluma destinados a ser utilizados por personal no sanitario, algo que da pie a una rápida aplicación para combatir los síntomas. "Este fármaco aporta un colchón de tiempo que hará posible que el afectado acuda a un centro sanitario donde se le harán los análisis pertinentes", comentó la alergóloga que calificó la valoración médica posterior a la reacción alérgica como algo "esencial". "Después, recurriremos a herramientas clínicas que nos confirmarán si lo que el paciente sufrió fue una anafilaxia con el fin de facilitar el diagnóstico. Después, procederemos a identificar la causas, los riesgos y a dar pautas para que el paciente aprenda a manejarlos", añadió García que asimismo, recomendó a los pacientes diagnosticados llevar en todo momento dispositivos autoinyectables de adrenalina.
Registro europeo. Dado a la dificultad de identificar todos los casos de anafilaxia, en 2010 surgió la iniciativa de crear un registro europeo on line de casos de anafilaxia que recoge datos exhaustivos sobre las manifestaciones clínicas, agentes causantes, factores favorecedores y el manejo clínico de los pacientes.
El CHN, centro piloto. El registro está implantado en 10 países y el CHN es uno de los ocho centros pilotos estatales participantes. El análisis de los registros recoge información para los profesionales sanitarios y autoridades de cara a implantar las medidas legislativas y de Salud Pública para prevenir la anafilaxia.
45.000
alergias alimentarias. Alrededor de 45.000 personas padecen alergias alimentarias de distinto nivel de gravedad en Navarra, señaló Olaguíbel.