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Conmoción en Falces y Marcilla tras la tragedia

Ambos fallecidos eran muy aficionados al ciclismo y solían salir a entrenar con un grupo de deportistas de la zona

Conmoción en Falces y Marcilla tras la tragediaEFE

Los dos fallecidos, Jesús María Sobejano Murugarren (Marcilla, 48 años) y Juan Antonio Mendívil Ausejo (Falces, 57 años), tenían en común su pasión por las dos ruedas, una afición que compartían con otros deportistas de la zona, con los que solían recorrer esta y otras carreteras, sobre todo, durante los fines de semana. De hecho conformaban el grupo de habituales unos 15 corredores, aunque ayer solo se juntaron seis (de Corella, Villafranca, Peralta, Falces y Marcilla) porque el resto había participado en la clásica Quebrantahuesos, una reconocida carrera en bicicleta que tiene lugar en la localidad pirenaica de Sabiñánigo (Huesca).

Asimismo, este grupo de ciclistas solía salir a entrenar por las mañanas y en ocasiones habían pedaleado junto a conocidos deportistas como el funesino Javier Aramendia o el tafallés Chente García Acosta.

Jesús María Sobejano Murugarren, más conocido como Txuma (48 años), era vecino de Marcilla, estaba casado y no tenía hijos. Trabajaba en la empresa Dynamobel, en Peralta, localidad que se vio doblemente afectada por este suceso al residir aquí otro de los ciclistas que resultó ayer herido de carácter leve en el fatal accidente.

El alcalde marcillés, José María Abárzuza, reconoció ayer que Sobejano "siempre que podía cogía la bicicleta, sobre todo los fines de semana. Es una tragedia", lamentó el primer edil. El hombre, comprometido con el medio ambiente, solía colaborar con la organización ecologista local Alnus.

padre de dos hijas Por otro lado, este terrible acontecimiento cayó como un jarro de agua fría en Falces, municipio del que era natural Juan Antonio Mendívil Ausejo, de 57 años, que estaba casado con Mari Mar Echeverría, con la que tenía dos hijas. Este vecino, jubilado desde hace un tiempo, había trabajado en el Banco Zaragozano durante más de dos décadas. Los falcesinos, incrédulos, insistían ayer en que Mendívil "siempre estaba por ahí con la bicicleta", unas declaraciones que reiteró el primer edil, Valentín García, quien además lamentó profundamente este accidente. "Era muy hablador y lo conocía mucha gente a raíz de haber trabajado en el banco. Además, en los pueblos pequeños nos conocemos todos por lo que te puedes imaginar el shock que ha supuesto su fallecimiento" añadió el alcalde, visiblemente apesadumbrado.

Aunque el suceso ocurrió en el término municipal de Murillo el Cuende, el punto exacto en el que tuvo lugar el vuelco del camión que transportaba cerdos vivos se encuentra muy cerca del núcleo urbano de Caparroso, de ahí que su alcaldesa, María José Lasterra, ofreciese el consultorio médico para atender psicológicamente a los ciclistas, aunque finalmente se optó por tratarlos in situ. "Ha debido ser un cuadro dantesco porque el camión transportaba cerdos y algunos han resultado heridos en el vuelco y gritaban mucho. A todo esto hay que sumarle, por supuesto, el dolor de los compañeros de los ciclistas fallecidos que estaban muy afectados. Ha debido de ser muy chocante", explicó Lasterra. Asimismo, subrayó que el kilómetro 1 de la carretera NA-1240 donde tuvo lugar el accidente "no es un punto conflictivo o por lo menos nunca se ha oído nada al respecto", concluyó.