pamplona - La localidad de Berriozar se frotaba ayer los ojos por la tarde, primero cuando observó la tragedia ocurrida en las vías del tren, y después al constatar que las dos personas fallecidas en el accidente eran dos vecinos de la propia localidad. En el siniestro fallecieron en el acto el vecino de 88 años, Julián Delgado Sáenz, que residía desde hace muchísimos años en la calle Zortziko de la localidad. Originario de un pueblo soriano (Matasejún), estaba casado con otra soriana, Irene, con la que vivía y con la que tenía una hija, María Jesús. Había trabajado en un taller de frenos conocido en Berriozar como Ibérica, cercano a lo que es ahora Decathlon. El hombre era muy conocido en el pueblo, solía dar muchos paseos por los alrededores, tenía una gran vitalidad pese a su edad y frecuentaba el Club de Jubilados. Cogía el coche más de lo necesario, recordaba anoche su hija.
La mujer fallecida en el siniestro y que acompañaba a Julián Delgado era otra vecina de Berriozar, cuya familia está muy vinculada al municipio. Se trata de María Luisa Torregrosa Moral, de 54 años, y que tenía una hija. Toda la familia había disfrutado recientemente de una comida festiva en la localidad y la noticia del fallecimiento de María Luisa estremeció al pueblo. - D.N.