pamplona - Los centros de Formación Profesional podrán anular de oficio la matrícula de un estudiante si falta a clase de manera injustificada y reiterada, así como por cualquier otra conducta gravemente perjudicial para la convivencia. Así se desprende de una orden foral que Educación va a aplicar este curso, pero que aún no se ha publicado en el BON.

De ahí que, pese a que casi todos los directores y directoras de FP aplauden los cambios que introduce esta normativa, no podrán comunicarlo al alumnado mañana, en el inicio de curso, porque no es oficial. Otra de las novedades que incorpora es el adelanto de la convocatoria extraordinaria de exámenes de septiembre a junio, una reivindicación solicitada en varias ocasiones por las direcciones de los centros.

El objetivo de esta nueva orden foral es mejorar las tasas de titulación, eficiencia y permanencia así como el uso eficaz de los recursos públicos destinados a atender las necesidades de formación del alumnado. “Ante la creciente demanda para estudiar FP en Navarra, el hecho de que haya plazas ocupadas por personas que no realicen un aprovechamiento adecuado, no resulta oportuno para la optimización de recursos públicos y, además, puede afectar al derecho de otras personas interesadas en cursar ciclos formativos”, destaca la orden foral. Por ello, a partir de este mismo curso, los responsables de los centros de FP podrán rescindir la matrícula de los estudiantes que falten a clase de forma reiterada e injustificada. La anulación de la matrícula realizada de oficio conlleva la pérdida del derecho a asistir a clase, la evaluación y calificación de todos los módulos (asignaturas) y también el de reserva de plaza. De ahí que, si ese estudiante desea volver a estudiar, deberá concurrir de nuevo al proceso de admisión.

La normativa también regula la posibilidad de que sea el propio alumno quien decida anular la matrícula. Para ello deberá acreditar la concurrencia de alguna de estas circunstancias: haber padecido una enfermedad prolongada, tener obligaciones de tipo familiar, u otras circunstancias de carácter extraordinario. En este caso, la anulación supone renunciar a la convocatoria de exámenes y al derecho a asistir a clase, pero no computará a efectos del número de convocatorias de evaluación consumidas. Asimismo, esta rescisión genera una reserva de plaza que permitirá al estudiante poder inscribirse en el mismo ciclo y centro en el curso siguiente.

permanencia y exámenes Por otra parte, la normativa establece un periodo máximo de permanencia en los ciclos formativos, algo que la anterior orden foral no recogía. La permanencia del estudiante de grado medio y superior será de un máximo de cuatro cursos, a excepción del alumnado con necesidades educativas especiales que se amplía a seis. Cuentan como cursos de permanencia aquellos en los que el estudiante haya realizado su matrícula y no la haya anulado.

En lo que no hay cambios es en la obligación que tiene el alumno de superar en el primer curso un mínimo de dos módulos cuya duración conjunta no sea inferior a 250 horas, para poder seguir estudiando.

La última novedad es el adelanto de la convocatoria de extraordinaria de exámenes de septiembre a junio. Un traslado que los directores y directoras de FP habían solicitado en varias ocasiones al departamento.

satisfacción de los directores Esta normativa, que ya pasó a finales de curso por el Consejo Escolar de Navarra, ha tenido una buena acogida entre los responsables de los centros de FP, según aseguró ayer la presidenta de la Asociación de Directores/as de Instituto de Navarra, Camino Bueno. Sólo un centro les ha trasladado su rechazo, según aseguró esta directora, por entender que “el adelanto de los exámenes extraordinarios a junio no les encaja en su sistema”.

Por su parte, uno de los representantes de FP en la junta de ADI, Manu Dafauce afirmó que “habíamos pedido el adelanto de los exámenes por una cuestión de eficacia de resultados y por razones organizativas”. En lo que respecta a la posibilidad de anular la matrícula, el director del CI María Ana Sanz cree que es una llamada a la responsabilidad. “Si no van a poder venir a clase durante unos meses o un año por un motivo justificado pueden anular la matrícula y se les reserva la plaza. Pero hay mucha gente que se queda sin plaza en muchos ciclos formativos y lo que no podemos aceptar es que haya alumnos que no vengan a clase de forma reiterada y sin motivo cuando otros podrían aprovechar su plaza. Son estudios presenciales y si no pueden venir hay otras posibilidades como ciclos on line”.