pamplona - El presidente de la Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Navarra (Atehna), Antonio García López, y Leticia Remón Serrat, trabajadora social de la asociación Sare, pidieron ayer en el Parlamento de Navarra un “plan de acción” para que la sanidad navarra extienda de forma progresiva el uso de los nuevos tratamientos con los fármacos Sofosbuvir y Simeprevir, en biterapia conjunta, a los enfermos de hepatitis C. Antonio García, tras su comparecencia en comisión parlamentaria señaló que “no queremos hundir económicamente a Navarra, sino curarnos. Nos fastidia que se hayan aprobado estos medicamentos y que por una cuestión económica no podamos acceder a ellos, es nuestra curación”.
Según explicaron, la aplicación del nuevo tratamiento, cuyo plazo de dispensación oscila entre 12 y 48 semanas, según pacientes y combinación de los fármacos, debería llevar consigo la eliminación progresiva, también, del Interferón, el primer tratamiento que surgió contra la enfermedad, por sus “enormes efectos secundarios”. García insistió en que “a la hora de tratar este asunto, no se hace exclusivamente desde el punto de vista médico-científico, porque lo que prima es la cuestión presupuestaria, cuando lo que puede estar en juego es la vida de personas”.
Por ello, instó a Salud a abordar la incorporación de los nuevos tratamientos para los casos difíciles de tratar, mientras que “se podría seguir utilizando el Interferón para otros casos, siempre con la idea de que éste desaparezca en poco tiempo y más aun pensando en los nuevos tratamientos que están por llegar, todos sin Interferón”. En opinión de García, el plan de acción debe basarse en “dos ideas esenciales, como son que no se puede poner en peligro la vida de un enfermo por no ser tratado con la terapia adecuada, y que nadie acabe en un trasplante pudiéndose evitar”.
Atehna y Sare comparecieron en la Comisión de Salud para valorar el anuncio del ministerio de Sanidad de incluir en la financiación pública el Sofosbuvir y las consecuencias que ello puede tener en Navarra donde Salud se adelantó a este anuncio hace unos meses y aprobó financiar el uso de este fármaco para uso compasivo, es decir, en los casos más graves. Una resolución que llegó después de que ambas asociaciones denunciaran que el SNS-O había denegado solicitudes.
“La agencia española de medicamentos va a aprobar un informe que indicará a quiénes y de qué manera se va a tratar. Suponemos que será ese posicionamiento el que se aplique en Navarra. Pero mucho nos tememos que la cuestión presupuestaria va a primar por encima de la médico-científica y que al final se busque lo más barato, aunque cure menos, el tratamiento sea más largo y tenga más efectos secundarios”, dijo García.
En Navarra se estima que hay 9.000 afectados, más de la mitad sin diagnosticar, de los que un 20% se curará de forma natural y del 80% restante, unas 1.400 personas (un 20%) evolucionarán hacia cirrosis y tendrán que ser tratadas, explicó García, quien aseguró que los nuevos tratamientos serían definitivos para la curación de estas personas.