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Más suaves el 1er año, más exigentes después

La upna modificó este verano las normas de permanencia que regulan el paso de curso y la expulsión del campus

Más suaves el 1er año, más exigentes después

Los nuevos estudiantes de la Universidad Pública de Navarra tienen más fácil mantenerse en el campus durante el primer año de carrera, sin embargo, la permanencia será más exigente en cursos superiores. Esta es la principal conclusión que se desprende del cambio de las normas de permanencia de los estudios de grado y máster que regulan los requisitos para pasar de curso o ser expulsado del centro en el caso de no alcanzar un mínimo de rendimiento académico. La nueva normativa, que aprobó la UPNA este verano, responde al propósito de “establecer una regulación que compatibilicen el derecho al estudio con la exigencia de un adecuado aprovechamiento de los fondos públicos destinados a la formación universitaria”. Otro de los motivos de este cambio es unificar la normativa de la UPNA con la del resto de universidades del Campus Iberus (Zaragoza, Lleida y La Rioja).

Las normas de permanencia fijan el rendimiento académico que debe acreditar un estudiante para proseguir sus estudios en la Universidad. Cuando no se ha alcanzado ese rendimiento por causas justificadas, el estudiante puede acudir al comité de permanencia de la UPNA, que valora las circunstancias (médicas, laborales o personales) que a juicio del estudiante explican ese bajo aprovechamiento y puede autorizar la continuación en los estudios.

los cambios Hasta ahora, el estudiante que no aprobaba al menos dos asignaturas en el 1º curso (12 de los 60 créditos) eran expulsados de la UPNA. Con el cambio, desde este curso, será suficiente con que aprueben una asignatura tal y como ocurre en el resto de universidades del Campus Iberus. A partir de 2º curso, el rendimiento exigido a la finalización del curso académico se establece según una fórmula de rendimiento. Por ejemplo, un estudiante de Magisterio que esté a punto de terminar segundo y lleve matriculados 120 créditos, a razón de 60 créditos por año, se le aplica la fórmula y la conclusión es que, al finalizar ese curso, debe tener aprobados 36 créditos de un total de 60 que se matriculó ese año.

Esta fórmula, un tanto compleja de explicar, se traduce, según explican fuentes del centro académico, en una rebaja de la exigencia en el primer año de carrera y un ligero incremento de la misma en los cursos superiores, ya que se van acumulando créditos.

se aplica a los nuevos Las normas derogadas este verano, afirman desde el centro académico, “producían un elevado número de expulsiones en las titulaciones del ámbito de la ingeniería, y su efecto en el resto de las enseñanzas era mucho menor; en algunas, irrelevante”. A la hora de valorar el cambio normativo, el Consejo Social de la UPNA tuvo en cuenta tanto la eficacia que las anteriores normas tuvieron durante los años de su vigencia, y también las modificaciones que se han producido en determinadas normas reguladoras de los estudios de grado en la Universidad, así como los cambios que han experimentado los precios públicos de los estudios universitarios conducentes a títulos oficiales, que, en los últimos años, se han elevado de manera muy notable para la segunda y posteriores matrículas. También tomó en consideración las directrices establecidas en el Campus Íberus en orden a alcanzar una mayor homogeneidad en las normas, de las universidades que lo conforman, relacionadas con la permanencia.

La nueva normativa ha entrado en vigor este curso aunque el alumnado que haya iniciado sus estudios en los cursos 2014-2015 y anteriores que incumplan requisitos para su permanencia por aplicación de esta normativa podrán continuar sus estudios si así resultara de la aplicación de la normativa de permanencia anterior.