los arcos - El Ayuntamiento de Los Arcos, con la colaboración de la asociación Affna 36, organizó ayer un sencillo, esperado y, sobre todo, emotivo reconocimiento en la localidad a los 22 vecinos republicanos que fueron asesinados tras el golpe militar de 1936 y, por extensión, a los que sufrieron la represión aquellos años. El acto no hubiera sido posible sin el esfuerzo de Mª Jose Baquedano e Inés Biurrun, dos primas que perdieron a su abuelo, Galo Biurrun García de Galdiano, en septiembre del 36.
Ambas, como socias de Affna 36, lograron llevar a la Casa de Cultura en octubre una exposición de la asociación después de intentarlo sin éxito en la anterior legislatura. También organizaron charlas para los familiares de los asesinados y, de ahí, surgió por fin la idea de homenaje,
Como recordó ayer el alcalde, Javier Chasco (UPN), en noviembre se aprobó por unanimidad (UPN y AILA) un acuerdo de pleno para hacerlo posible y colocar una placa con los nombres de los vecinos asesinados en el zaguán de la casa consistorial. “Esto nos tiene que servir para mantener en nuestra memoria que el diálogo, la palabra y la democracia deben ser quienes guíen y lleven a término las ideas e iniciativas del pueblo. Jamás debemos volver a esa situación que hace 80 años dividió a nuestro pueblo y a nuestras familias, y jamás debemos olvidar a nuestras víctimas”, agregó el alcalde regionalista.
Después, Inés Biurrun fue la encargada de leer los nombres de las 22 víctimas: José Ábalos Solana (17 años), Jesús Alecha Alegría (18), Joaquín Alecha Alegría (19), Luis Álvarez Díaz (62), Andrés Álvarez Morrás (36), Francisco Álvarez Morrás (34), Inocente Álvarez Morrás (30), José María Alzugaray Salanueva (22), Martín Artola Morrás (33), Emilio Azcona López de Alda (43), Galo Biurrun García de Galdiano (41), José Blasco Alberdi (36), Francisco Chasco Baztán (27), Ricardo El Busto Obanos (31), Máximo Eraso Ganuza (30), José Gil Goicoechea (26), Fausto Lana Segura (33), Cecilio Mateo Remírez (28), Fortunato Morrás Gil (41), Justo Rubio Crespo (29), Blas Soto Iriarte (28) y Antonio Zurbano Abáigar (48).
La lectura terminó con aplauso unánime y emocionante de quienes abarrotaron el salón de plenos antes de que varios familiares se animasen a tomar la palabra. Esther Ganuza recordó las barbaridades sufridas por su familia, una de las más afectadas, para finalizar su intervención con vivas a la República. Por su parte, Merche Bretón, leyó la larga lista de las mujeres “que fueron humilladas y torturadas en nuestro pueblo”.
Baquedano puso voz después a un emotivo discurso de la familia El Busto y también habló como nieta. “Firmaron su sentencia de muerte por trabajar por la consecución de los derechos: trabajo digno y para todos, derecho a la tierra, a la educación gratuita y de calidad, a la justicia social, al bien común y a la libertad”, dijo antes de recordar que las familias quedaron “marcadas y señaladas”. “Que todo el pueblo sepa que eran gente noble, buena y que no habían cometido ningún delito; deber ser recordados así por su pueblo, incluso por los descendientes de sus asesinos”, acabó.
Tras sus palabras, los descendientes más mayores descubrieron la placa en el zaguán y todos se trasladaron al cementerio para seguir con el homenaje. Allí se leyeron de nuevo los nombres, se colocaron claveles rojos y no faltó la música, gracias a Rafael Bea y Sandro Gastón.
“Todos los que murieron aquí eran como mi abuelo: labradores, jornaleros, uno caminero....”, añadió Baquedano, quien lamentó que todavía faltan por hallar los cadáveres de 3 de los 22 asesinados en su pueblo.
Al acto acudieron, en representación del Gobierno, la consejera Ana Ollo y José Miguel Gastón, así como las parlamentarias Asun Fernández de Garaialde y Bakartxo Ruiz (EH Bildu). También asistieron representantes de localidades cercanas, como Estella-Lizarra o Puente la Reina.