“No me lo pensé demasiado, vi al niño pidiendo ayuda en el río y fui a rescatarlo”
El responsable de la comisaría de Policía Foral de Tafalla, Pablo Aristu, salvó a un menor que quedó atrapado en el Cidacos por intentar coger una pelota
Pamplona - Un niño de 12 años fue rescatado del río Cidacos por el responsable de la comisaría de Policía Foral de Tafalla, Pablo Aristu, que volvía a su puesto de trabajo tras vigilar la corrida de toros que se celebró este viernes en al localidad. “No me lo pensé demasiado, vi al niño pidiendo ayuda en el río y bajé a por él porque no podía salir”, declaró el agente.
Al parecer, el menor, vecino de Tafalla, cayó al agua mientras intentaba rescatar una pelota con la que se encontraba jugando con sus amigos. Fueron ellos quienes dieron la voz de alarma por la imposibilidad del niño se salir del Cidacos, ya que ante el se encontraba una escollera de piedra por el que no podía subir. “Volvía andando por el paseo que hay en la orilla cuando vi a unos niños gritando y mirando hacia el río, así que me acerqué y lo vi en el agua muy angustiado diciendo que no podía salir”, relató el agente, que aseguró que el menor se encontraba chapoteando y mostraba claros síntomas de agotamiento.
Aristu regresaba a la comisaría en torno a las 20.20 horas cuando se encontró con esta escena en el paseo de la República, a la altura del colegio de los Escolapios. Según apuntó, es habitual que haga este recorrido andando, ya que su puesto de trabajo se encuentra a pocos metros de la plaza de toros.
Ante la imposibilidad del niño de salir del agua, el agente decidió desprenderse de sus útiles y se lanzó a por él. “Les dejé la riñonera a unas personas que había también allí y bajé por el muro hasta que me encontré a un metro o metro y medio del agua y desde ahí salté a por él”, relató el agente, explicando que debido a la suciedad del río no pudo saltar directamente desde el paseo. “El muro es bastante alto y agua está verde, así que no veía ni la profundidad ni si había ramas debajo. Bajé agarrándome en las piedras hasta que fue seguro lanzarme”, afirmó.
Una vez en el agua Aristu comprobó que él tampoco tocaba el fondo con los pies y se acercó nadando al menor. Cuando lo tenía sujeto, volvió junto a él de nuevo al margen del río, donde encontró un punto de sostén. “Apoyé un pie en una de las rocas del muro y dejé al niño sobre mi pierna -comentó-. El estaba bastante asustado, así que se agarró también a mi cuello para tener más seguridad”.
La altura de la escollera tampoco permitió que Aristu pudiese salir con el niño, así que pidió ayuda a una pareja que se encontraba en el paseo y que llamó al 112 a solicitud del rescatador. A los pocos minutos llegaron los bomberos de Tafalla, que colocaron una escalera metálica con la que el hombre y el niño pudieron llegar hasta el paseo. En primer lugar ascendió el menor, al que taparon con una manta para que entrase en calor, y después de él subió el policía.
Aunque acudió una ambulancia, el niño fue trasladado a pie al centro de salud de Tafalla para que se le realizase un reconocimiento médico, ya que presentaba leves síntomas de hipotermia y ansiedad. Por su parte, el policía, después de secarse y cambiarse de ropa en la propia comisaría, acudió al ambulatorio para interesarse por el estado del niño. “Allí estaban ya sus padres, que me agradecieron lo que había hecho”, aseguró.
Según sus propias palabras, es la primera vez que se ve involucrado en un rescate de estas características. “Nunca había tenido que hacer un rescate así, aunque también hay que decir que el Cidacos no es un río de aguas bravas ni nada por el estilo, es bastante tranquilo”, reconoció Aristu.
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