PAMPLONA - La crisis de las baterías explosivas de los móviles Samsung parece estar lejos de escribir sus últimas páginas. Los problemas de calentamiento que han supuesto la retirada del mercado del modelo Galaxy Note 7 y la devolución del dinero a miles de compradores parece estar reproduciéndose en otros teléfonos de la compañía coreana. Un tudelano de 43 años de edad, Ignacio Salvatierra Ciáurriz, sufrió a mediados de octubre el estallido de su Samsung Galaxy S7, el último superventas de la compañía, que reventó cuando estaba siendo cargado durante la madrugada.
“Me parece algo muy grave y muy serio. Mi hijo pequeño suele ver los dibujos en el móvil por las noches y podría haberle explotado a 40 centímetros de la cara”, se quejó ayer este consumidor, muy molesto con lo ocurrido y con la atención que hasta la fecha ha recibido por parte del servicio de atención al cliente de Samsung. “Han pasado tres semanas y aún no tengo ninguna respuesta de lo qué ha ocurrido”.
El suceso tuvo lugar sobre las 4.00 horas de la madrugada del pasado 13 de octubre, cuando Ignacio dormía y, como todas las noches, había dejado cargando su teléfono móvil en el suelo del dormitorio. “Escuché como un cohete artificial cuando se dispara y una llamarada azul iluminó toda la habitación. Olía como azufre, era irrespirable. Lo único que se me ocurrió fue desenchufar el móvil, que siguió ardiendo, lo que hizo que el parqué también resultara dañado”.
Este tudelano, que trabaja en el sector de las telecomunicaciones, explica que adquirió el Samsung Galaxy S7 en marzo y que al tratarse de una herramienta de trabajo, le da un uso intensivo, lo que motiva que tenga que cargarlo dos o tres veces al día, lo que ya podría haber causado el agotamiento de la batería. “Lo que no es de recibo es que el móvil explote, porque ocurrió cuando estaba en el suelo, pero podría haber pasado cuando mi hijo lo tenía en las manos. En mi opinión es algo muy serio y preocupante”, incidió este consumidor.
Después de lo ocurrido, Ignacio remitió el teléfono móvil al servicio técnico oficial de Samsung para que investigaran las causas de la explosión y le dieran algún tipo de respuesta, además de valorar los perjuicios causados, no solo materiales por la destrucción del propio terminal, sino los desperfectos causados en su vivienda. Transcurridas tres semanas desde entonces, no ha obtenido explicaciones. “He llamado varias veces a Samsung y por el momento no me han dado ninguna respuesta. Voy a recopilar toda la información y acudiré a Consumidores, porque no me parece adecuada la atención que me están dando”.