El Gobierno aprobará el decreto del euskera respetando la ley foral
Barkos defiende el “realismo” de esta vía rechazada por UPN, PPN y PSN y que EH Bildu ve escasa
Pamplona - El Gobierno de Navarra aprobará en breve el nuevo decreto foral del euskera en la Administración que actualiza el desarrollo de la Ley Foral del Vascuence cuyo texto no se tocará. La presidenta del Gobierno de Navarra, Uxue Barkos, afirmó ayer en el pleno que el decreto foral sobre el uso del euskera en la Administración que ha diseñado el Ejecutivo se basa en la “responsabilidad y en el realismo” y ha tenido como “escenario de trabajo” la ley del Vascuence, que es la ley a la que tiene que atender el decreto mientras no haya una mayoría parlamentaria para modificarla. Partidos como UPN, PPN y PSN ya venían criticando este nuevo decreto que sustituye a otro desarrollado en su día por UPN en clave restrictiva, pero ayer EH Bildu -aún viendo “elementos positivos”- endureció sus críticas a su contenido al entender que se ha “debilitado” a lo largo del proceso participativo al que ha sido sometido (Mesa de Función Pública, Consejo del Euskera, departamentos, Federación de Municipios y Concejos....). LAB realizó recientemente el mismo giro al pasar de una “abstención” en el foro sindical a una voto en “contra”, mientras que CCOO -tras su cambio de dirección- transitaba el camino inmerso aunque ELA es el único sindicato que ha mostrado un apoyo crítico al texto. Kontseilua también lo ha cuestionado. El Gobierno espera aprobar en breve este decreto al que le resta aún el dictamen, no vinculante, del Consejo de Navarra, que ha venido caracterizándose por cuestionar últimamente diversas normativas emanadas desde el Ejectuvo.
Así se pronunció ayer la jefa del Ejecutivo en el pleno del Parlamento en respuesta a una pregunta de EH Bildu, que consideró que el Gobierno “ha debilitado” el decreto tras introducirle diversos cambios a raíz del proceso participativo. Barkos respondió que “la voluntad política necesita mayoría parlamentaria y el decreto se ha propuesto en función de la ley del Vascuence”. “Ahora no hay mayoría parlamentaria suficiente para abordar una modificación de la ley y esta ley es el escenario de trabajo”, indicó. No obstante, señaló que el Gobierno “no tiene miedo ni temor a las presiones parlamentarias” y ha añadido que “hubiera sido fácil decir que, como no hay mayoría parlamentaria para cambiar la LFV, no íbamos a presentar el decreto”, pero subrayó que el Gobierno ha dado el paso de introducir cambios “desde la responsabilidad y el realismo”.
Voluntariedad y respeto “El Gobierno tiene una gran responsabilidad en mirar a los derechos de los euskaldunes y hemos apostado por superar el decreto que existía, aunque no sea para muchos la mejor propuesta, pero como se suele decir, lo mejor es enemigo de lo bueno”, explicó. Barkos aseguró que el decreto se ha trabajado desde tres principios: “El respeto a la voluntariedad de los ciudadanos, el trabajo dentro de la ley, y el respeto a la autonomía y competencias de todas las administraciones”. El parlamentario de EH Bildu Dabid Anaut lamentó en cambio que, tras el proceso de consultas y participación que ha realizado el Gobierno, el proyecto original se ha “rebajado”. “La valoración que hicimos al conocer el decreto era agridulce, y ahora, tras los cambios introducidos, es más agria, aunque aún mantiene el decreto algunos elementos positivos”, ha apuntado. Anaut dijo que “mientras no haya acuerdo para cambiar la ley, el decreto es la principal herramienta normativa que tenemos” y ha afirmado que el Gobierno “no tiene que tener miedo a la presión política y tendría que mirar más a los ciudadanos”. “No vamos a negar que el Gobierno tiene voluntad para la normalización del euskera, pero esa voluntad y la apuesta que se hace en el decreto no van a una”, afirmó.
Circuitos bilingües. Apenas un 1% de los 23.000 puestos de funcionarios no docentes tienen el requisito de euskera cuando al menos un 13% de la población es vascoparlante activa. El decreto, de manera progresiva y departamento a departamento, intentará ir corrigiendo ese desequilibrio respetando los puestos de los funcionarios hoy no bilingües en caso de que su plaza entre en este perfil en razón de sus funciones o por ser servicio central. Las entidades locales también tendrán autonomía para los perfiles.
Puntuación del euskera. Más allá del los puestos con euskera como requisito, se incrementa la valoración de este idioma en otros procesos (traslados y concursos) y puestos de manera gradual según zonas por encima del inglés pero por debajo de otros conceptos.
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