Pamplona - Las zonas de baño controladas en Navarra presentan una muy buena situación: 9 tienen el calificativo de “excelente”; dos de “buena” y solo una (Otsagabia) “insuficiente”, aunque evoluciona positivamente. Esta es la fotografía que presenta -con algunas oscilaciones no sustanciales por la sequía y otros factores- del mapa foral de puntos oficiales de baño en ríos y embalses cuyas aguas son controladas quincenalmente por el Instituto Navarro de Salud Pública y Laboral. Con la incorporación a la red de control de aguas de baño de la localidad de Betelu, Navarra este año ha elevado a doce las zonas de baño naturales oficiales. El Gobierno supervisa y controla la calidad y otros condicionantes, con el fin de dar al usuario garantías para el baño. Fuera de esta red -salvo en zonas expresamente prohibidas-, la actividad de baño está permitida, pero las condiciones no están supervisadas. En las áreas controladas, por otra parte, la responsabilidad pública se ciñe únicamente a la calidad del agua (como sucede con las piscinas) pero no a que existan vigilantes, etc... ya que la seguridad es responsabilidad de los propios bañistas.

El Departamento de Salud, a través de la Sección de Sanidad Ambiental del ISPLN, y el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local son los responsables del control y vigilancia de la calidad de las aguas de baño en estos 12 puntos. Se dividen en dos bloques. En el primero están las que tienen una temporada del 29 de mayo al 17 de septiembre: Balsa la Morea (Beriáin), Manantial de agua salada (Estella/Lizarra), Embalse de Alloz (Lerate) y Balsa el Pulguer (Tudela). Luego hay otro bloque con controles en un espacio de tiempo más corto: del 17 de julio al 3 de septiembre: Zudaire (Artabia, Allín), Río Esca (Burgui), Río Aragón (Carcastillo), Barranco de la Foz de Benasa (Navascués/Nabaskoze), Río Anduña (Ochagavía/Otsagabia), Uztárroz/Uztarroze, y la nueva de Betelu. En cada una de las doce zonas de baño se miden sobre el terreno, con una periodicidad aproximadamente quincenal, la temperatura del agua, el pH, la conductividad y la turbidez. También se anotan otros aspectos que pudieran aparecer tales como: aceites minerales, sustancias tensoactivas, fenoles u otros residuos varios. Además se coge una muestra para su traslado y análisis en laboratorio. Por último, y en cada visita, se revisan las condiciones higiénico-sanitarias y las infraestructuras del entorno con el fin de verificar que tienen un mantenimiento adecuado. Una vez que las muestras llegan al laboratorio, se analizan con prontitud los parámetros biológicos típicos de contaminación fecal, como el nivel de presencia de Escherichia Coli y Enterococos intestinales, con el fin de que la autoridad sanitaria pueda evaluar con la necesaria agilidad si el nivel de presencia de estas bacterias está por debajo de lo estipulado y por tanto que las aguas son sanitariamente aptas para el baño. Hay balances anuales.

Zonas controladas, que no vigiladas

Procedimiento. En caso de detectarse alguna anomalía, se informa al ayuntamiento responsable y a los bañistas de la misma. Este seguimiento es el que diferencia a estas zonas de baño de las zonas no designadas como tales en las que, aunque no está prohibido bañarse, no se hace este tipo de seguimiento y por lo tanto hay menos garantías sanitarias y ambientales.Hay que señalar, no obstante, que esta vigilancia ambiental no supone un vigilancia de los bañistas para prevenir posibles accidentes, por lo que ni la Policía Foral ni el Guarderío Forestal ni cualquier otro tipo de seguridad o emergencias se ocupan legalmente de esto en las zonas de baño naturales.

La Morea: “excelente”. Situada en Beriáin, junto al polígono Morea, a tan solo 10 minutos de Pamplona. Se puede llegar con la villavesa de Beriáin. Es una zona tranquila en la que se puede disfrutar de un baño de agua dulce proveniente de la sierra del Perdón.

Burgui: “buena”. Esta presa en el río Esca es un lugar perfecto para acudir con niños. Hay merenderos.

Carcastillo: “excelente”. La Presa , en el río Aragón a su paso por Carcastillo, tiene una zona acondicionada con mesas, bancos y sombra.

Agua salada, de Estella: “excelente”. La Pileta es un manantial de agua salada situado en frente del parque Los Llanos, en Estella. El agua sale siempre a 17 grados.

Alloz: “excelente”. Localizado en Guesalaz, en dirección a Lerate, existe una auténtica playa de agua dulce con 285 plazas de aparcamiento (se paga), zona de deportes náuticos...

Benasa: “excelente”. En las cercanías de Navascués hay una piscina fluvial con aguas frías y limpias. Espacio reducido y a distancia de Pamplona.

Otsagabia-Anduña: “insuficiente”. También situado a 80 km de Pamplona, esta piscina fluvial tiene un bello paisaje pero problemas con algún tipo de escorrentías para la calidad del agua que, no obstante, va mejorando.

El Pulguer: “excelente”. Situada entre Cascante y Ablitas. Al lugar se accede a través de la carretera NA-6830 entre Murchante y Cascante pasando el punto kilométrico 7, donde se encuentra un sendero que termina en el parking de la balsa. La balsa El Pulguer consta de gran importancia ecológica, además de una incuantificable belleza paisajística

Uztarroz: “excelente”. Zona de baño situada en el río cerca del pueblo con el mismo nombre. Piscina fluvial. Temperatura del agua fresca.

Zudaire: “buena”. La Central, en el río Urederra, a su paso por Zudaire, tiene una limitación de horario de baño de 11 a 14 horas y de 15 a 18 horas en laborables y de 11 a 19 horas en fines de semana.

Urederra (Artabia): “excelente”. Piscina fluvial de gran calidad de sus aguas cerca del puente románico. En verano se cobra 3 euros por aparcar.

Araxes (Betelu): “excelente”. Piscina fluvial de gran nivel con infraestructuras (tobogán, WC, escalera...).