PAMPLONA. El militar que se sienta en el banquillo, Alfonso Jesús Cabezuelo Entrena, fue ayer el último en declarar y en su interrogatorio tuvo que reconocer que el vídeo más largo de los que se grabaron en el portal a la víctima de la violación lo borró después de los hechos porque, según explicó, "no quería que lo viera mi pareja". Esta grabación, de 39 segundos y que fue recuperada a los dos meses por los investigadores de la Policía Foral, fue borrada por el propio Cabezuelo, según reconoció ayer por vez primera. Lo eliminó de su terminal después de los hechos y, precisó en la sesión ante el tribunal, que procedió a hacerlo antes de que fuera el encierro "porque tenía pareja y no me apetecía que lo pudiera ver". Durante la instrucción, Cabezuelo no pudo explicar esa eliminación de las imágenes y afirmó que lo había grabado "sin ningún propósito especial" y que no lo había hecho a escondidas de la víctima. "Se veía que grabábamos", depuso. Añadió además que no precisó a la Policía si había grabado porque "en comisaría ya pusimos todos los móviles a su disposición para que vieran las grabaciones y las fotos que teníamos", repitió ayer Cabezuelo. E.C.
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