Pamplona - Navarra vivió ayer una jornada muy especial desde el punto de vista meteorológico perfectamente vaticinada esta vez por los especialistas. La hemeroteca y los registros oficiales dan para varias interpretaciones pero pocas veces en la historia de la Comunidad se ha registrado una nevada tan general de Norte a Sur, de Este a Oeste; concentrada en tan pocas horas (entre las 3 y las 12 horas) y con un espesor tan homogéneo por toda la geografía foral (entre 10 y 20 centímetros). Hay datos de nevadas y heladas mucho más fuertes y más prolongadas pero es difícil encontrar un impacto tan generalizado a cualquier cota desde las Bardenas a los Pirineos. La explicación es sencilla: el anunciado choque de dos masas de aire tan opuestas como complementarias para fabricar este meteoro su cumplió provocando una nevada que entró de abajo a arriba convirtiendo prácticamente el 100% de las precipitaciones provocadas por la masa atlántica húmeda en nieve al chocar con el otro bloque de aire frío y seco siberiano. Emma contra la Bestia del Este... Aunque esta circunstancia provocó que la gestión de los equipos de quitanieves y otras medidas - más en una jornada de labor y a primeras horas del día- fuera muy compleja con tantos frentes que atender, esa misma mezcla ha permitido que los efectos sean fugaces y no se consoliden en forma de una capa de nieve helada (o lo contrario, un rápido deshielo que desborde los ríos ya rebosantes), según explica Peio Oria, delegado de Aemet La rápida subida de las temperaturas y la cota de nieve para la tarde transformó las nevadas en una moderada lluvia con temperaturas frías pero lejos de los guarismos extremos del lunes. ¿A partir de ahora? La alerta naranja por nevadas ha sido sustituida por otra amarilla por vientos de 80 km/h en la zona cantábrica, centro y Pirineos donde, por otra parte, se ha actividado otra por riesgo alto de aludes. Las precipitaciones y heladas débiles se mantendrán, no obstante, al menos hasta el viernes. Desde Aemet señalan que aunque durante la jornada de ayer se recogieron hasta 25 litros por metro cuadrado (en forma de nieve en la primera mitad del día) no es previsible que este volumen se mantenga ni hoy ni mañana con lo que no hay un riesgo alto de riadas, algo que sí podría haber sucedido con un ascenso térmico más fuerte. Lo que sí puede generar diferentes problemas son los fuertes vientos que soplarán a partir de hoy y, en el caso de alta montaña, posibles aludes ya que la nueva nevada ha caído sobre espesores de hasta casi dos metros y será acompañada de nieve venteada. El peligro de heladas rápidas sólo estará reservado a altitudes de más de 1.000 metros y la red viaria navarra, al menos en su trazado principal, no llega a esa cota. Al final, tras el encontronazo de ayer por la mañana, la masa de aire atlántico ha acabado pudiendo con la procedente del centro de Europa y esto se notará en temperaturas más moderadas, que superarán los 0 grados en la mayor parte de la geografía foral. El invierno da su penúltimo coletazo. O eso parece...

6 de enero de 2018. Es el precedente más cercano y también tuvo un comportamiento sorprendente por su entrada por el Noroeste y la zona centro. La autovía de la Sakana se cortó.

1 de diciembre de 2017. Las precipitaciones se concentraron también a primeras horas de la mañana y Pamplona se cubrió de blanco causando accidentes.

1 de febrero de 2015. La capital también recibió una capa de 20 centímetros, aunque fue una nevada distinta, de componente norte.

11 de febrero de 2010. El temporal colapsó gran parte del trazado viario de Navarra causando casi un centenar de accidentes.

20 de marzo de 2007. Fue una nevada tardía que dejó un espesor menor en Pamplona (10-15 centímetros) pero también fue un día laborable, más complicado.

14 de enero de 1987. La nieve y temperaturas muy bajas colapsaron la capital y el norte.

4 de enero de 1985. Fue el peor mes de la historia de Pamplona con una larga semana de heladas y nieve en las calles. xx

Espesores de más de 20 cm: una nevada “productiva”. Peio Oria la calificó en términos técnicos como una “nevada productiva”. El ambiente frío y seco provocó que prácticamente se calcara el volumen de precipitaciones en litros/metro en altura en centímetros. Esto no suele ser habitual ya que requiere una transformación de casi al 100%. La capa fue homogénea pero superior a 20 cm en Pirineos, Sakana.... También destacó un nivel similar en Tierra Estella. En Pamplona y Tafalla osciló entre 15 y 20 y en la Ribera, algo menos.