“La industria cárnica genera riqueza, empleo y desarrollo en las zonas rurales”
Alberto Jiménez / PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE INDUSTRIAS DE LA CARNE DE ESPAÑA (ANICE) y director de embutidos goikoa El empresario navarro es el representante nacional del sector desde marzo del presente año
Natalia Biurrun
La industria agroalimentaria es una pieza fundamental en la cadena alimentaria, ya que se sitúa como eslabón intermedio, aportando valor añadido a la producción primaria y siendo el principal consumidor del sector agrario. Por su parte, el subsector de la industria cárnica en la Comunidad Foral es “un sector fuerte y desarrollado con gran tradición e implantación”, según el presidente de la Asociación Nacional de Industria de la Carne de España, Alberto Jiménez, y director de Embutidos Goikoa.
El sector cárnico es un sector dinámico que requiere organizaciones activas que lo representen. ¿Qué papel juega Anice en este sentido?
Es la asociación nacional referente de la industria cárnica con más de 600 empresas asociadas y presencia en todas las comunidades autónomas. Somos, a su vez, el referente por la representatividad y variedad de nuestras empresas, que van desde pymes a los grandes grupos industriales de todas las actividades cárnicas (mataderos, salas de despiece y procesado, elaboración de todo tipo de preparados cárnicos, jamones curados, soluciones y platos preparados, etc.).
Como representante nacional de la industria cárnica, ANICE y sus empresas se enfocan hacia la responsabilidad social, sustentada en una cultura empresarial de sostenibilidad, innovación, seguridad alimentaria y calidad, para adaptarse a las demandas de la sociedad, con empresas en equilibrio con los demás eslabones de la cadena y alineadas con el bienestar y salud de los consumidores.
Ttrabajamos para liderar un sector cárnico que ha de evolucionar al mismo ritmo que una sociedad que está cambiando a una velocidad vertiginosa, para poder satisfacer las demandas y aspiraciones de los consumidores y afrontar con garantía y competitividad unos mercados internacionales cada vez más competitivos y difíciles.
ANICE ejerce una doble labor. Por una parte, la representación y defensa de los intereses de la industria cárnica ante las distintas administraciones públicas, instituciones y otras entidades y organizaciones. El segundo campo de acción es el asesoramiento y apoyo al asociado, dando respuesta a las consultas e cuestiones que nos plantean, asesorándoles en los temas estratégicos para su actividad.
Para tomar el pulso el sector y permitir el liderazgo de las empresas, la Asociación tiene constituidos distintos grupos de trabajo sectoriales, tanto de representación empresarial como grupos técnicos especializados, que estructuran la representatividad de los diferentes colectivos, sectores, dimensiones, orientaciones de negocio, etc., identificando en todos ellos líneas de trabajo y objetivos a conseguir.
El sector de la carne es uno de los más importantes dentro de la industria alimentaria de Navarra. ¿Considera que actualmente es un sector fuerte y unido?
La industria cárnica navarra es un sector fuerte y desarrollado, con gran tradición e implantación. Tenemos empresas de todos los subsectores y productos cárnicos, de todas las dimensiones y orientaciones de negocio, y ponemos en el mercado productos reconocidos y emblemáticos. Tenemos claro que nuestro sector ha de colaborar para afrontar los retos de futuro, y por eso se han puesto en marcha iniciativas como el Clúster Agroalimentario de Navarra, en el que participamos medio centenar de empresas de toda la cadena de valor agroalimentaria, para incrementar la innovación y la competitividad del sector a través de la intercooperación.
¿Qué impacto tiene en el empleo?
Somos un total de 38 empresas, de las cuales 18 se dedican al producto fresco, 11 a los productos cárnicos transformados y otras 9 que comparten ambos tipos de productos. El sector emplea a 1.629 trabajadores, casi un 14% de los empleados en el sector alimentario de Navarra.
¿Cuál es la situación actual de la industria cárnica en Navarra? ¿y respecto a otras comunidades?
Nuestro sector es uno de los líderes en Navarra, solo por detrás del sector de los productos hortofrutícolas, la industria cárnica es el segundo sector agroalimentario de la Comunidad Foral, y representamos un 18% de la facturación de las empresas de producto alimentario, un total de 794 millones de euros, según los últimos datos disponibles.
Los animales vivos son los productos más exportados desde la Comunidad Foral , ¿cómo repercute esta internacionalización en la economía?
La internacionalización es clave para la industria cárnica navarra y española en general y, por eso, las empresas trabajamos para estar presentes en todos los mercados posibles, con competitividad y rentabilidad. Tenemos productos diferenciales, con buena imagen de calidad, y por eso vamos consiguiendo avances en los mercados exteriores, en los que no es nada fácil abrirse camino y consolidar posiciones, porque hay una extrema competencia de terceros países productores y de nuestros propios socios de la Unión Europea. La industria cárnica navarra exportó el año pasado un total de 8.874 toneladas de productos elaborados de todo tipo, por valor de 49 millones de euros. De ellos, como es lógico, los protagonistas principales son los embutidos curados (3.644 toneladas y 21 millones de euros) y los jamones curados (3.329 toneladas y 16 millones de euros). Además, también se exportaron 10.285 toneladas de carnes frescas de porcino, vacuno, equino y ovino, con un valor de 36 millones de euros (a los que habría que sumar otros 21 millones de euros en carne de ave).
¿A qué retos debe enfrentarse la industria cárnica?
Somos un sector moderno y competitivo que, con el trabajo y tesón de los miles de empresarios, profesionales, técnicos y trabajadores que lo formamos, hemos construido uno de los cuatro primeros sectores industriales del país, convirtiéndolo en un referente de nuestra economía e incluso de nuestra imagen como país. La calidad y variedad de nuestras producciones de carnes y elaborados, largamente reconocidas a nivel nacional, han conseguido también conquistar los mercados exteriores, haciendo de la internacionalización un motor de nuestro crecimiento en los últimos años. Somos un sector industrial que presenta una estabilidad económica reseñable, con una cifra de negocio de 24.000 millones de euros y cerca de 100.000 empleos directos, cifras que representan casi la cuarta parte de toda la industria alimentaria, y lideramos entornos tan importantes como la exportación o la innovación.
Tenemos que estar orgullosos de nuestra trayectoria internacional, en la que hemos conseguido el año pasado batir un nuevo récord, al haber superado los 6.000 millones de euros de exportación con más de 2,3 millones de toneladas de carne y elaborados vendidos en mercados de todo el mundo. Y con una balanza comercial muy positiva del 477%, lo que tiene una relevancia especial, porque contribuye a paliar el tradicional déficit comercial de nuestro país.
Somos un sector que genera riqueza y empleo, desarrolla las zonas rurales y producimos carnes y productos de altísima calidad y prestigio internacional, aunando tradición y la mejor tecnología, y apostando por una alimentación que combine la seguridad, la salud y el disfrute. Hemos de seguir avanzando en algunos aspectos estratégicos como la innovación, apuesta por la calidad e internacionalización, sin olvidar las cuestiones de imagen del sector que va a ser trascendentes en el futuro.
¿Cómo se está aplicando la transformación digital en el sector?
He indicado anteriormente que la innovación, en todas sus facetas, es un eje estratégico de trabajo para nuestro sector. Las nuevas tecnologías, la globalización y el Internet de las Cosas plantean importantes oportunidades y retos a nuestra industria, en todos los aspectos relacionados con nuestra actividad: los procesos de producción, control y gestión comercial y administrativa, control de calidad, trazabilidad, etc.
Nuestro sector, como el resto de la industria, afronta un futuro que se acerca a velocidad de vértigo, y trabajamos para ese horizonte tecnológico basado en los desarrollos de big data, industria 4.0, blockchain, etc., que está convirtiendo ya a las industrias en fábricas inteligentes, transformando las operaciones, avanzando en conectividad y explorando sus enormes potenciales de mejora.
¿Cómo abordan el futuro del sector?
A día de hoy nos encontramos en un momento en el que los cambios cada vez son más rápidos y las tendencias se convierten en realidad en el mercado a mayor velocidad. En este sentido, nos tenemos que preparar para abordar los cambios con flexibilidad. Esta tiene que ser una de las características de nuestra empresa, estando atentos en todo momento a los vectores a los que apuntan los consumidores. En el caso de los productos, los vectores de la salud (productos reducidos en sal y grasa, libres de alérgenos...), productos ecológicos, productos fáciles o cómodos de consumir y de preparar, tendencias étnicas, buena relación calidad-precio. Y en cuanto a los canales, compra on line, mayor peso del consumo fuera del hogar, mayor consumo de productos de conveniencia. Todas estas tendencias marcan nuestras líneas estratégicas, y focalizan nuestra capacidad de innovación.