PAMPLONA- La directora gerente del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, María José Pérez Jarauta, considera que no es posible practicar deporte a altas temperaturas con seguridad y quiere que la sociedad sea consciente de que “con el calor se pueden generar enfermedades e, incluso, la muerte”. Por ello, incide en la importancia de la prevención, principalmente en los menores de 5 años, en las personas mayores y en aquellas que tienen una enfermedad crónica, sin olvidar a los ciudadanos cuyos trabajos presentan un “mayor estrés térmico”, como son los que tienen lugar en sitios cerrados con mucha humedad y calor (fundiciones, acerías, hornos, panaderías, lavanderías, fábricas de conserva, invernaderos...); aquellos que requieren de trajes que no les permiten transpirar; y los que son al aire libre, como la construcción y la agricultura. Así, desde el instituto trabajan por que la ciudadanía conozca el riesgo y recomiendan, por ejemplo, “mirar las temperaturas que van a hacer antes de salir a correr o de lanzarse a una etapa muy larga del Camino de Santiago a mediodía”, así como hablar con los empresarios para ver “qué se puede hacer, porque igual se pueden cambiar los horarios de trabajo, que en algunos espacios o algunas empresas se hace -empezando y acabando antes-, prever algún lugar a cubierto donde los trabajadores o las trabajadoras se puedan refrescar en algún momento o que haya agua fresca siempre a su disposición”. Porque, como concluye, “prevenir es importante; no vale la pena exponerse a una enfermedad grave o incluso a una muerte por medidas que realmente se pueden prevenir”.

¿Tiene alguna receta para sobrellevar mejor las altas temperaturas?

-La receta es adoptar las medidas que son generales para prevenir las enfermedades por calor. Son cinco: tres son positivas, hacer cosas, y dos son no hacer. De las de hacer una es beber más, beber muchísima agua, no alcohol, bebidas con cafeína o azucaradas, porque favorecen la deshidratación; la otra es estar fresco, dentro de casa buscar el lugar más fresco, darse una ducha o un baño frío cada rato o mojarse los brazos y las piernas por ejemplo la gente mayor, abrir las ventanas de noche cuando refresca y cerrarlas de día, usar un ventilador o un aire acondicionado y, si no es posible, intentar ir por lo menos un par de horas al día a un lugar climatizado; y la última positiva es hacer comidas ligeras, variadas pero ricas en frutas, verduras y ensaladas. Las dos cosas que no tendríamos que hacer y que son las que más problemas de salud han generado en los últimos años, golpes de calor, incluso alguna muerte, son por actividad física sobre todo en horas centrales del día. Cuando ha habido enfermos graves y muertos ha sido, por ejemplo, andando en el Camino de Santiago, haciendo deporte o trabajando en horas centrales del día. Todas esas cosas, a las horas que hace menos calor. La otra cosa que no hay que hacer es estar al sol entre las 12.00 y las 17.00 horas. Por supuesto, no dejar a nadie encerrado en un vehículo y menos en las horas centrales.

¿Por qué los niños, personas mayores y enfermos crónicos son más vulnerables al calor? En estos casos, ¿qué medidas adicionales se deben adoptar para proteger su salud?

-Lo que ocurre es que nuestro cuerpo está preparado para funcionar con una temperatura interna estable, que viene a ser 37 grados. Si la temperatura externa es mucho más alta, sube la temperatura interna también. Entonces, se ponen en marcha los mecanismos que el cuerpo tiene para refrigerarse, pero si es mucho, mucho, esos mecanismos ya no llegan a poder refrigerar el cuerpo y entonces los órganos pierden sales, electrolitos y ya no funcionan bien. Si ese sistema no llega a controlar la temperatura y se sobrecarga mucho, puede llegar a un golpe de calor e, incluso, a la muerte. ¿Qué pasa con los ancianos? En la gente mayor estos sistemas de termorregulación son menos eficaces. Además, en las edades más altas se tiene disminuida la percepción de la sed y la percepción del calor, que no lo reconocen tanto, y esto es mayor cuando se tienen enfermedades neurodegenerativas, como alzhéimer o demencias. ¿Qué pasa en los niños y niñas? Sobre todo en los lactantes y menores de 5 años pasa parecido. Los mecanismos reguladores son menos potentes. Por distintas razones, pero también son menos potentes que en las personas adultas. Por ejemplo, porque producen más calor metabólico. Luego los niños y niñas son muy activos físicamente y a veces no son conscientes de que tienen sed, de que están cansados o de tomar las medidas necesarias para cuidarse. Las medidas adicionales serían la vigilancia y el cuidado por un adulto para que haga esas cosas que tanto personas mayores como niños normalmente no hacen: darles muchos líquidos a beber, mantenerlos frescos, mojarles, ducharles, no dejarles correr y hacer ejercicio en las horas centrales, etc.

¿Cómo podemos saber que el calor ya está afectando a nuestra salud?

-En principio es mejor prevenirlo antes con las medidas que decíamos, pero si no, las tres enfermedades más frecuentes que tienen que ver con el calor son calambres, el agotamiento por calor y el golpe de calor. Los calambres musculares se suelen dar con una actividad física intensa o si has sudado mucho. En estos casos hay que parar la actividad y evitarla durante varias horas. Luego beber bastante y, si duran más de una o dos horas, consultar con un profesional. Si tienes debilidad, fatiga, mareo, náusea... es que tienes agotamiento por calor, que suele ocurrir más después de varios días de calor, porque la sudoración excesiva disminuye el líquido corporal y la restauración de las sales, y entonces se da más el agotamiento. En estos casos hay que descansar en un lugar fresco, beber mucho líquido, refrescarse el cuerpo con toallas frías o poniendo los brazos y las piernas en la ducha y, si empeoran o duran más de una o dos horas, también consultar al médico. Y el más grave es el golpe de calor. ¿Qué se nota ahí? Pues mucho calor. La persona está muy caliente, le pones el termómetro y tiene cerca de 40 grados, también dolor intenso de cabeza e, incluso, confusión y pérdida de conciencia. En ese caso hay que llamar inmediatamente a Urgencias. Mientras se espera, enfriar el cuerpo de la persona con toallas frías y tenerlo en un sitio fresco, pero lo más importante es llamar a Urgencias. En unas horas te puedes jugar la vida.

Los hospitales navarros atendieron en 2017 18 urgencias por patologías relacionadas con el calor y hubo un fallecimiento. De éstas, cinco tuvieron que ver con la actividad laboral y cinco con deshidrataciones producidas en un evento deportivo. En Murcia dos personas que estaban trabajando han muerto por golpe de calor y otra más en Barcelona. ¿Somos realmente conscientes del riesgo que supone trabajar o hacer deporte con altas temperaturas?

-Una cosa que nos preocupa bastante en la dirección de Salud Pública es que tenemos la impresión de que cuando hay olas de calor intentamos difundir mucho estos mensajes de qué medidas hay que tomar, qué hay que hacer y qué es mejor no hacer, pero tenemos la impresión de que no llegamos a todas las personas o hay personas que no tienen la información suficiente o que no les parece de suficiente riesgo. Ha habido golpes de calor en los años pasados por trabajar en la huerta, por hacer deporte, por un evento deportivo en las horas centrales del día, por Camino de Santiago, por trabajar en la construcción o en la agricultura. Me preocupa que no tomemos suficientemente en serio el que realmente con el calor se pueden generar enfermedades e, incluso, la muerte. Este tema es bastante reciente, porque se empezó a vigilar con la gran ola de calor de 2003. Parece que no ha calado todavía tanto en la ciudadanía el tema de que el calor puede ser muy dañino para la salud.

¿Cumplen las empresas navarras la normativa en cuanto al calor que padecen los empleados en su puesto de trabajo?

-Es muy difícil de saber, porque no existen registros específicos para este tipo de riesgo. Yo creo que se va avanzando en este tema. Es insuficiente, porque prueba de ello es que todos los años en el Estado hay algunos trabajadores que fallecen; el año pasado hubo una persona en Navarra. Entonces, es difícil de saber y yo creo que hemos mejorado, pero también creo que nos queda por avanzar.

Qué actuaciones solemos realizar para prevenir las consecuencias del calor y debemos evitar porque no son sanas, no son recomendables o tienen efectos adversos.

-Estos días que estamos en alerta naranja en la Ribera del Ebro y en amarilla en el resto, hay bastantes fiestas en los pueblos y es habitual que se beba alcohol, que produce más deshidratación. Yo propondría beber agua; beber menos alcohol y beber agua; beber cantidades moderadas de alcohol y beber mucha agua. También remarcaría la necesidad de cuidar a los menores de cinco años, a la gente mayor y a las personas con alguna enfermedad crónica, porque lo que pasa sobre todo con el calor es que las enfermedades y muertes se producen también en personas que tienen una enfermedad previa y que con el calor se descompensan, sobre todo en enfermedades cardíacas, neurodegenerativas o diabetes.