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Euskeraz hazi, ikasi eta bizi

A pesar de que la niebla fuera protagonista a primera hora de la mañana, el sol se sumó a las 40.000 personas que asistieron al Nafarroa Oinez 2018, la fiesta a favor del euskera y de las ikastolas, capitaneada por Iñigo Aritza Ikastola de Altsasu

Euskeraz hazi, ikasi eta bizi

“Bizi, bizi euskararen hazi. Sakanako lurretan bizipozez bizi” (Vive, vive la semilla del euskera. Vivir felices en las tierras de Sakana) fue la melodía que ninguno de los cerca de 40.000 asistentes al Nafarroa Oinez pudo sacar de su cabeza durante el día de ayer. Un año más, la celebración a favor de las ikastolas de la Comunidad Foral cumplió con las expectativas y reunió a jóvenes y mayores de Gipuzkoa, Bizkaia, Álava, Iparralde y, por supuesto, de todo Navarra. “Miles de personas han podido disfrutar de la fiesta. La gente que se ha acercado a Altsasu ha podido gozar de diferentes tipos de expresión de la cultura vasca. Se han superado los objetivos marcados”, destacó la organización de la fiesta.

A pesar de que muchos de los euskalzales presentes se quejaran del “fresco” y la niebla con la que los recibió Altsasu a primeras horas de la mañana, las chaquetas empezaron a sobrar poco antes del mediodía cuando el sol salió a ver bailar a Etorkizuna Dantza Taldea que interpretó una decena de bailes ante la atenta mirada cientos de personas presentes en Bizi, la primera zona del recorrido. Una coreografía con cintas rojas, blancas y verdes despertó la mirada del público: “¿Pero qué van a hacer?”, preguntó una mujer que se abrió paso hasta la cotizada primera fila. Los y las dantzaris entrelazaron a través del baile la docena de cintas y armaron una ikurriña que arrancó el aplauso del público.

Etorkizuna se despidió bailando la canción Aurrera Altsasu, en apoyo a los siete alsasuarras encarcelados. Un lema que se repitió a lo largo de los 4,5 kilómetros del recorrido en pegatinas, pancartas y en cientos de camisetas de los asistentes a la celebración que tuvo como anfitriona a la ikastola Iñigo Aritza. “Por mucho que pase el tiempo, os tenemos presentes”, recordó por su parte la cantante del grupo Trikidantz, que se hizo con el escenario de la segunda zona, Kanta, de 15.00 a 16.00 horas.Como cada año, la propuesta musical fue la que más atención obtuvo, especialmente por los más jóvenes que oscilaron entre las zonas dos y tres para cantar a pleno pulmón canciones de Zartako-k, Tximeleta Xabi Sarria o Ezetaerre, estos dos últimos de Catalunya y Galicia, respectivamente. Por otro lado, los más pequeños también disfrutaron de la jornada con los trucos de Hodei magoa, la locura de Kiki eta Moko pailazoak o con la decenas de juegos distribuidos por el área uno.

Otro de los atractivos principales, y en el que la organización del Nafarroa Oinez hizo especial hincapié en esta edición fue Erronka, un reto que se desarrolló en todas las áreas y en el que equipos de todas las ikastolas de Navarra compitieron en pruebas deportivas. El oro del reto, dotado con 600 euros, se quedó en Sakana gracias a la habilidad de los alumnos y alumnas de Andra Mari Ikastola, de Etxarri Aranatz. Los segundos galardonados, y ganadores de 400 euros, fueron los representantes de Lizarra Ikastola. Por último, el tercer puesto en el podio fue para los y las alumnas de Garces De Los Fayos Ikastola, que volvieron a Tafalla con 200 euros.

Así como destacó el director de Iñigo Aritza Ikastola, Ibai Iriarte, un año más, el Nafarroa Oinez fue posible gracias al “trabajo en auzolan, en común”, de los cerca de 1.200 voluntarios que participaron ayer en la fiesta de las ikastolas con el fin de recaudar fondos para mejorar la infraestructura de la ikastola de Altsasu.

una fiesta ensombrecida Aunque el Nafarroa Oinez surja en un contexto reivindicativo de apoyo al euskera, la cultura vasca y con el objetivo de ir desarrollando un modelo educativo propio, siempre está caracterizado por una atmósfera festiva en la que jóvenes y mayores disfrutan por igual. Sin embargo, el ambiente de ayer se vio ensombrecido debido al fallecimiento de un antiguo alumno de la ikastola Iñigo Aritza la pasada madrugada en un accidente de tráfico. Amigos y conocidos de Mikel Apaolaza, de 19 años y vecino de Urdiain, se vieron notablemente afectados durante la jornada. De la misma manera, Eneida Carreño, presidenta de la ikastola anfitriona, admitió que, a pesar de ser un día “muy triste para todos”, decidieron seguir adelante con lo previsto para el día, “ya que se lo debemos a los euskaldunes y euskaltzales, y también porque así lo habría querido Mikel”.