PAMPLONA - Tras un año de negociaciones políticas y sindicales a múltiples bandas, y con el proyecto del Gobierno de Navarra frustrado en octubre de 2017 como base, el pleno del Parlamento aprobó ayer la nueva Ley de Policías, la cuarta en once años, que surge para pacificar socialmente a la Policía Foral e impulsar su desarrollo integral para la asunción de competencias en exclusiva. La norma, que regula a los casi 2.000 miembros de los Cuerpos de Policía de Navarra (1.050 forales, 850 locales y 70 municipales) nace también con aspiraciones de longevidad, ya que la propuesta de Geroa Bai y EH Bildu solamente obtuvo cuatro votos en contra, la de los parlamentarios críticos de Podemos Orain Bai, ya que de forma sorpresiva UPN también voto a favor, como lo hicieron los otros tres parlamentarios de la formación morada, mientras que Izquierda-Ezkerra, PSN y PPN se abstuvieron, para un marcador final de 35 votos favor, 11 abstenciones y 4 votos en contra.
Patxi Leuza, de Geroa Bai, destacó que el objetivo de la nueva ley, surgida para “resolver los problemas de aplicación” de las novedades incorporadas por la anterior norma que databa de 2015, y conformada por medidas pactadas con los sindicatos APF, SPF y SPMP, es “conseguir un modelo integral de Policía que dé respuesta a las necesidades de la ciudadanía” y admitió que aunque el resultado final de la ley “seguramente no será el que a cada uno de nosotros nos hubiera gustado, pero es el máximo consenso al que hemos sido capaces de llegar y es posible que con la asunción de las competencias de tráfico sea necesaria una adaptación”.
Por parte del otro grupo proponente Adolfo Araiz, de EH Bildu, señaló que el proyecto de ley del Gobierno de Navarra que fue devuelto en octubre de 2017 se ha mantenido “entre un 80 o un 90%”, para afirmar que “todos los agentes implicados en esta ley van a salir favorecidos y también va a salir ganando el Gobierno, porque va a tener un marco estable”.
APOYO regionalista DE ÚLTIMA HORA Aunque había dudas sobre su abstención o rechazo de la ley, Sergio Sayas, de UPN, sorprendió al hemiciclo apoyándola, si bien reconoció que ninguna de las tres condiciones que se había autoimpuesto se habían cumplido (la dimisión de Beaumont, la retirada del Plan Director y la reversión de medidas de optimización). El regionalista se justificó afirmando que “hemos conseguido sacar tanto en la negociación que la vamos a votar a favor”, en referencia a la posibilidad de que se habilite una pasarela para que guardias civiles se incorporen la Policía Foral o el reconocimiento de los agentes municipales como policías. “Es una ley que perfectamente podía haber hecho UPN”, dijo.
Por Podemos, Rubén Velasco aseveró que la ley “trata de segregar a toda costa la figura del policía de la del resto del cuerpo funcionarial, algo que nunca compartiremos” y aseveró que “se ha querido dar un tono épico a esta ley, a lo Braveheart, pero la película nos ha parecido un bodrio. Unos guionistas no previstos como UPN, PSN, Izquierda-Ezkerra y nosotros, Orain Bai, conseguimos dar cierta coherencia a la trama”, para añadir que los tres parlamentarios de Podemos “no han pintado nada, quizá como figurantes”.
ABSTENCIONES PREVISTAS Inmaculada Jurío, del PSN, consideró que “la ley podía haber sido mejor, porque no es la ley que hubiéramos querido que saliera, pero también podía haber sido peor” y criticó a UPN, porque “se ha dedicado a pactar con Dios y con el diablo. Ha tenido una falta de definición total con el modelo policial”, mientras que el popular Javier García afirmó que la nueva ley “tiene un importante trabajo de consenso entre diferentes fueras sindicales y políticas al que el PP no se va a oponer”, si bien el nuevo marco normativo recoge cuestiones que su partido “no comparte”, ya que el PP aboga por “la colaboración” entre cuerpos policiales.
Por último, José Miguel Nuin, de I-E, reprochó a los demás grupos que en el modelo policial para definir el papel de los diferentes cuerpos “no se ha avanzado nada”, negó que la nueva ley garantice “ninguna pasarela” y advirtió del “importante coste económico” que tendrá, unos 4 millones de euros, y de la necesidad de “duplicar” la plantilla de la Policía Foral para cumplirla.
Comité de Buenas Prácticas. En el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley se constituirá un Comité de Buenas Prácticas y Transparencia como mecanismo externo de control y supervisión en materia de ética y deontología profesional. Estará integrado por cinco personas (una de ellas Policía de Navarra), designadas mediante Decreto Foral de la Presidencia del Gobierno para un período de 3 años, entre personal en activo o jubilado al servicio de las Administraciones Públicas de Navarra y los Organismos Públicos, empresas públicas, UPNA y demás entidades de derecho público que cuenten con conocimientos en el ámbito la seguridad pública, el derecho, la sociología, la psicología o la ética.
Valoración del euskera. Se hace constar que las Administraciones Públicas de Navarra promoverán que su conocimiento constituya un requisito o mérito en determinados puestos de trabajo, de conformidad con el Decreto Foral 103/2017, de 15 de noviembre, por el que se regula el uso del euskera en las administraciones públicas, sus organismos públicos y entidades de derecho dependientes.
Promoción de la mujer. En consonancia con las previsiones contenidas en la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, se elaborarán planes de promoción de las mujeres en los cuerpos policiales (se fijará el porcentaje de mujeres en plantilla) para corregir su infrarrepresentación e incrementar la eficacia. A su vez, podrán adoptarse medidas específicas “razonables y proporcionadas” dirigidas a subsanar situaciones de desigualdad, aplicables también en lo relativo a empates en el orden de clasificación de los procedimientos de selección.
Pasarela de Local a Foral. Se posibilitará la integración de funcionarios de las Policías Locales de Navarra en la Policía Foral en la misma categoría o empleo que ostenten en su Cuerpo de origen, en las condiciones que se fijen en un reglamento que el Gobierno remitirá al Parlamento en el plazo máximo de un año desde la entrada en vigor de la ley.
Pasarela desde Guardia Civil. En caso de que se ejecute lo establecido en la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, relativo a la asunción de nuevas competencias en materia policial por parte de la Comunidad Foral, se podrán habilitar, dentro del marco del órgano bilateral competente y en los términos que disponga la administración competente, los mecanismos necesarios para permitir la integración de funcionarios del Estado que presten ese servicio en la actualidad.
“Avanzamos en la calidad del servicios que prestamos”
El sindicato Agrupación Profesional de Policía foral (APF) destacó que con la aprobación de la ley “avanzamos en la calidad del servicio que prestamos y en la mejora de nuestras condiciones laborales”. Tras un “ingente trabajo y un sinfín de reuniones”, se remitieron al “rotundo apoyo otorgado por el 80% de los policías forales que participaron hace un año en un referéndum, que les dio la pauta para conocer “lo que la inmensa mayoría de los policías forales deseaban, y por eso no hemos dudado en defenderlo contra viento y marea”.
“Perjudica laboralmente a la mayoría de los agentes”
ELA rechazó el contenido de la nueva Ley de Policías de Navarra al considerar que “perjudica laboralmente a la mayoría de agentes de Navarra”. En este sentido, el sindicato criticó que la nueva ley “incluye medidas de flexibilidad, diferencias retributivas al estilo de una doble escala salarial (se mantiene la compensación económica de las pruebas físicas para los policías actuales, eliminándolo para las nuevas incorporaciones), cobro de complementos injustificados, validaciones subjetivas para la permanencia en el puesto de trabajo y modificaciones unilaterales de los calendarios”.
“no va mejor en absoluto la normativa anterior”
CCOO valoró que se recojan “algunos puntos importantes” que pedían, pero “no es la ley que hubiera deseado para la clase trabajadora” el sindicato, que aseguró que la nueva normativa “no va a mejorar en absoluto” lo actual. Reconoció que “si bien se han conseguido algunas mejoras para el colectivo policial en nuestra comunidad, lo cierto es que en otros aspectos se ha dado un paso atrás en el ámbito de los derechos laborales”.
“contribuirá a crear un modelo policial moderno”
El parlamentario foral de Podemos Navarra-Ahal Dugu, Mikel Buil, se felicitó por la aprobación de la Ley de Policías ya que “contribuirá de forma decisiva a crear un modelo policial más moderno en donde, la Policía Foral vaya asumiendo paulatinamente su papel como policía integral y de referencia para todas las navarra y navarros”. Buil, que votó a favor de la citada ley junto a sus compañeras de la formación morada en la Cámara Tere Sáez y Ainhoa Aznárez, resaltó que “aunque es evidente que todos los grupos nos hemos tenido que dejar pelos en la gatera, no es menos cierto que la ley resultante contaba con un amplio y mayoritario apoyo entre la representación sindical, algo que para nosotros ha resultado decisivo y fundamental a la hora de apoyar el texto final”.
REACCIONES A LA NUEVA LEY DE POLICÍAS