Leioa - Que sigue creyendo en la inocencia del exprofesor, que no puede pedir perdón al joven y a su familia y que los docentes se sienten indefensos. Estas tres cuestiones resumen el parecer del director del colegio Gaztelueta, Imanol Goyarrola, ante la sentencia de la Audiencia Provincial de Bizkaia que condena a Txema Martínez a once años de prisión por abusos sexuales continuados a un niño. Es decir, en lugar de acatar la resolución judicial, Goyarrola la ataca.
“No me queda más remedio que respetar la sentencia aunque vaya por delante que no la comparto; pienso que se ha cometido una injusticia”, sostuvo ayer el responsable del centro escolar, que, sin embargo, ofreció una rueda de prensa en la que se puso a criticar tanto el fallo de la sección primera de la Audiencia como el contenido del documento, hasta el punto de afirmar que el dictamen “no recoge de forma fidedigna mi declaración como testigo en el juicio, se ha añadido por error información que yo no di y se han transcrito erróneamente datos que aporté; por lo que no comparto el resumen de mi intervención”. El responsable del colegio compareció públicamente junto a Juan Anguísola, presidente de la entidad titular del centro, y lo hizo en un tono fuerte, incluso de enfado. “Yo, Imanol Goyarrola, creo en la inocencia del profesor, no solo por su testimonio, sino porque no he visto ninguna prueba incriminatoria, porque conozco las contradicciones del relato del chico y soy testigo directo de muchas de las mentiras que se han dicho hasta llegar a la condena”, aseveró. El portavoz del colegio, subdirector en la época en la que ocurrieron los delitos reflejados en la sentencia (cursos 2008-09 y 2009-10), opinó que en la vista oral no se presentaron evidencias para declarar culpable a Martínez. “Es evidente que no existe ninguna prueba más allá de la declaración de un joven y no deja de sorprenderme que eso, más aun teniendo en cuenta sus numerosas contradicciones, sea suficiente para condenar a una persona a once años de cárcel. No soy psicólogo, no soy perito, pero conozco las acusaciones y conozco también las cosas que se dicen y no son ciertas”, señaló restando importancia, por tanto, al papel de las peritos forenses del Tribunal, que avalaron en el juicio el testimonio de la víctima tras diversas pruebas efectuadas, a las consideraciones del psiquiatra Iñaki Viar y a las de otros médicos. “Estoy sobrecogido por la sensación de que se pueda haber condenado a un inocente”, insistió Goyarrola.
sin perdón Otro de los puntos a los que aludió en su disertación fueron las disculpas a Juan y a sus padres. “Se me dice que debo pedir perdón, pero no puedo. Reconozco la victoria de la acusación en el juicio, el objetivo por encima de todo era que hubiera una condena y lo han conseguido. Pero por si no ha quedado claro sigo creyendo en la inocencia del profesor. Y sé que no soy el único que lo piensa. De hecho, somos muchos y no solo los del colegio, como se quiere hacer creer”, manifestó el director de Gaztelueta, un centro concertado y que, por ende, recibe subvención del Gobierno vasco. Goyarrola tampoco asumió errores en la investigación realizada ante los casos de acoso escolar que sufrió Juan, cuando la sentencia habla de que el colegio no actuó de forma “rigurosa ni seria”.
Por otro lado, al ser preguntado por la explicación que él daba a que un niño denuncie a Txema Martínez por abusos sexuales, Goyarrola no atinó a dar una respuesta clara, aunque a lo largo de su discurso sí se refirió a una supuesta medicación y empleó la frase: “Podría tener algún problema”. Paradójicamente, el responsable de Gaztelueta no cree a Juan, pero sí que sufre un estrés postraumático: “Está demostrado y acreditado que lo padece. Su sufrimiento es real”.
Por último, Goyarrola, que invitó a los medios a ver el despacho en el que, según determina la sentencia, sucedieron los abusos, apuntó que la resolución judicial le hace “reflexionar sobre lo vulnerables e indefensos que estamos los profesores” en el sentido de que un alumno pueda acusarles sin pruebas de un delito así.
ACCIONES LEGALES Juan Cuatrecasas, el padre del exalumno del colegio vizcaíno, estudia emprender acciones legales contra el director del centro, Imanol Goyarrola, y el propio colegio por el "maltrato constante" a su hijo, sobre todo, tras sus últimas declaraciones.
En declaraciones a Europa Press, Cuatrecasas se ha referido a la comparecencia del director del colegio, Imanol Goyarrola, ese jueves en la que defendió la inocencia del exprofesor condenado y aseguraba que no veía "creíble" el relato del alumno, que a su juicio, padece un "trastorno".
Cuatrecasas ha recordado que en un Estado de Derecho "las sentencias las dictan los jueces, no el colegio Gaztelueta, ni el Opus Dei, ni las fiscalías, ni el señor Goyarrola". "Hay una sentencia con una condena de 11 años encima de la mesa, pendiente de que la ratifique el TS, pero el maltrato constante y reiterado de la víctima por parte del colegio retrata y delata al colegio", ha añadido.
Ante las palabras de Goyarrola en las que afirmaba que estaba "demostrado" que el exalumno padece "un trastorno", ha asegurado que el único trastorno que tiene su hijo es el "motivado por la conducta de este profesor, por los abusos y las agresiones que sufrió". "Mi hijo previamente no tenía ningún trastorno, quedó acreditado en el juicio", ha manifestado.
Cuatrecasas ha señalado que se está dando una "reiterada doble victimización" de su hijo y se está "atentando" contra el Estatuto de la Víctima aprobado en 2015.
En este sentido, ha indicado que sus abogados están estudiando si emprenden acciones legales contra Goyarrola y el centro ante sus "continuos ataques a una víctima de abusos sexuales". "Goyarrola y el centro deberán responder, si procede. Una cosa es tener paciencia, aguantar, pero ayer ya dieron el golpe definitivo de timón, han quedado acreditados delante de toda la sociedad como lo que son", ha concluido.