Pamplona - Pocas veces un premio tuvo un reconocimiento tan unánime. Tan agradecido y solidario como el que ayer recibió Saray con la entrega de la Medalla de Oro de Navarra, máxima distinción de la Comunidad Foral, en un acto especialmente emotivo como reconocimiento a su “labor ejemplar y solidaria” en la lucha contra el cáncer de mama. “Todas estamos hoy aquí a pecho descubierto. Las que lo conseguimos y las que quisieron y no pudieron. A todas les prendemos esta medalla para recordar que lo único incurable son las ganas de vivir”, expresó en medio de una brutal ovación la presidenta de la asociación navarra de cáncer de mama, Ana Sarasa.

Era el relato de una superviviente. Una de las muchas que ayer acudieron al INAP a un acto tan institucional y protocolario como siempre, pero tan sentido como nunca. Y en el que Saray logró un reconocimiento social y político unánime como pocos en esta tierra, tan dada a veces a minimizar los valores comunes y subrayar las diferencias.

No fue el caso ayer de las decenas de mujeres que con el lazo rosa al pecho sonreía sin parar. Alegres, felices de estar allí, de recibir el premio, de estar vivas. En nombre de todas ellas habló Sarasa, que agradeció que la Medalla de Oro se coloque en “este pecho virtual y colectivo que agrupa desde hace 22 años a todas las personas afectadas por esos tumores no deseados”. “Algunos pasajeros y otros no. Que nos cambiaron la vida, hasta que algunas logramos despacharlos y otras todavía estamos intentándolo”, apuntó la presidenta de Saray, que aseguró que el premio “entra en Saray en vena”. “Como una quimioterapia dulce y vigorizante, conscientes de que el cáncer no va a desaparecer, que es nuestro día a día y que para nosotras tiene cara y ojos”.

Sarasa tuvo muchas palabras de agradecimiento. Para “la infinidad de personas, presidentas, juntas directivas y perseverantes equipos de trabajo”. “A ese indescriptible y maravilloso grupo de voluntariado siempre dispuesto a trabajar”, destacó la presidenta de Saray, que también quiso recordar a los profesionales sanitarios de Osasunbidea que tanto “luchan” por salvarles la vidas.

Porque, como recordaba tras el acto el consejero de Salud, el cáncer de mama se cura. “Si algo representa Saray, es esperanza”, relataba Fernando Domínguez, protagonista indirecto de la jornada. Fue uno de los promotores de Saray, y así lo recordó la presidenta Uxue Barkos, que interrumpió su discurso para reconocer la labor de un médico que sabe bien lo que es ganarle la batalla al cáncer, y que recibió como agradecimiento un improvisado aplauso, especialmente sincero por parte de las representantes de la asociación.

el REconocimiento La entrega de la Medalla fue el acto central del Día de Navarra celebrado ayer. Un reconocimiento que por primera vez se ha llevado a cabo tras un proceso de participación pública, y que se consumó en medio de un mar de lazos rosas, símbolo de la lucha contra el cáncer de mama. Uno de ellos lo portaba Uxue Barkos, que también sabe lo qué es vencer a la enfermedad. La presidenta no quiso personalizar, pero sí admitió que la entrega del galardón suponía “un doble motivo de satisfacción personal”. “Por el alto honor que supone representar a todas y todos los ciudadanos de navarra” y “por el especial valor y significado” que para ella tiene Saray.

Barkos destacó así la “labor ejemplar, solidaria y de promoción de la salud” que realiza la asociación de ayuda en la lucha contra el cáncer de mama desde 1996, y que “ha contribuido inequívocamente a la creación de un espacio propio para las personas con cáncer de mama y para sus familiares, con el fin de ofrecerles apoyo integral, personal e individualizado”.

Quiso poner en valor “el esfuerzo” realizado por Saray para desarrollar y consolidar un conjunto de servicios y programas necesarios para atender la problemática propia de esta enfermedad y para afrontar sus secuelas físicas, psicológicas o sociales. “Un proceso que esta gran familia de Saray ha sabido culminar con acierto, superando las dificultades con la fuerza altruista y solidaria de sus asociados y voluntarios, pero también con el apoyo y la implicación de las instituciones públicas”, apuntó la presidenta, que quiso reconocer y agradecer la contribución de los profesionales del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

A sus impulsores recordó también Barkos, que puso en valor “el coraje y la determinación” de quienes hace 22 años se comprometieron altruistamente en la lucha contra el cáncer de mama y en la mejora de la calidad de vida de las pacientes y de sus familiares. “La sociedad navarra agradece, sin duda, este trabajo de acompañamiento desinteresado e incondicional”, enfatizó la presidenta, que consideró “insustituible” la ayuda que Saray ofrece a las mujeres que han recibido un diagnóstico de cáncer de mama. “Porque transmite calor y confianza frente al miedo y la incertidumbre; y porque sabe infundir el ánimo, la valentía y la tenacidad necesarias para afrontar el proceso de recuperación y de vuelta a la normalidad con ganas renovadas”, argumentó Barkos.

Lo hizo en nombre de toda la sociedad navarra, cuya “sincera gratitud” trasladó a una asociación que representa como nadie “los valores de responsabilidad social y solidaridad” que identifican a la sociedad navarra. “Que este galardón sirva para reforzar el compromiso solidario de Saray con las mujeres con cáncer de mama y sus familiares, y vuestra ejemplar contribución en favor de una sociedad mejor y más justa”, deseó la presidenta.

600

Los premiados. Actualmente la Asociación Navarra de Cáncer de Mama Saray cuenta con más de 600 personas asociadas. Además de un grupo de voluntarios con más de medio centenar de participantes, y un equipo profesional de psicólogas y de trabajo social. Es la primera vez que el premio se otorga tras un proceso de participación ciudadana.

Los asistentes. Más de 200 asistentes participaron ayer en el acto institucional de entrega de la Medalla de Oro. Entre ellas, una nutrida representación de la asociación premiada, así como representantes institucionales de todo el arco político y de las principales instituciones de la Comunidad Foral. Como la presidenta del Parlamento, el delegado del Gobierno o los alcaldes de las principales localidades.

El acto. Tuvo lugar en el claustro isabelino del INAP, sede del Departamento de Cultura. La Coral Nora de Sangüesa amenizó el acto con la interpretación del himno de Navarra, y las obras ‘Segalariak’, de Josu Elberdin, ‘Why we sing’ de Greg Gilpin; y ‘Jotas a la Navarra’ de L. Elizalde.