Disciplina contra dietas milagro
Eider Sánchez es nutricionista y, además de consejos prácticos para encarar la cuesta de enero calórica, ofrece uno fácil de seguir:“Hay que usar el sentido común, no hacer barbaridades y aprender a comer”. Pocos secretos y hábitos sanos.
parece que navidades y exceso en la comida y la bebida van de la mano y estos abusos dejan huella, no solo en forma de kilos de más sino también en la salud. Sube el colesterol, el azúcar, la tensión y conviene no dejar pasar el tiempo para retomar el orden en la alimentación.
Eider Sánchez, nutricionista en la Policlínica Gipuzkoa, tiene comprobado que estas son fechas de buenos propósitos y ganas de quitarse lastre. “A veces los excesos ya han comenzado en Santo Tomas y no paran hasta Reyes”, explica.
Pese a que la gente “se modera más” si comparamos con hace un tiempo, perdura la idea de que en la Navidad “los excesos están justificados”, aunque se tienda a dejarlos para fechas señaladas. “Sales más a la calle, hay un ambiente diferente y aunque no nos pasemos tanto con la comida seguimos abusando, y también de la bebida.
Pasan esos días de euforia en los que “nos tapamos los ojos”, llega el momento de la verdad, de despedirse de “la abundancia de comida, con entrantes, primeros, segundos y postres muy calóricos y de comer sobras durante los días siguientes”. “Los postres navideños están elaborados con muchas grasas saturadas y mucho azúcar. Nos excedemos en grasa, azúcares y bebidas alcohólicas porque aquí todo los celebramos con comida y bebida”, subraya Sánchez.
Llegan después los problemas para perder peso, porque no hay que olvidar que a nivel del Estado “la tasa de sobrepeso y obesidad es del 30%”, por lo que mucha gente llega ya a esas fechas tan complicadas pasada de kilos y con complicaciones que pueden ser “diabetes, colesterol elevado o hipertensión”.
Pero a la hora de tomar cartas en el asunto la experta tiene muy claro que no hay que arriesgar. “Mi consejo es no hacer barbaridades, ni dietas rápidas, ni milagro, ni con base en batidos o suplementos alimenticios, tampoco realizar ayunos”. Este tipo de regímenes -explica- permiten perder kilos con cierta facilidad pero “poniendo en riesgo la salud”. Además, asegura, “esos kilos quitados suelen ser de agua corporal, que se recuperan con mucha facilidad”.
La dieta ideal es la que cada persona necesita y la que ayuda a quitar “más kilos de grasa”. ¿Y cómo? Pues como en casi todo, haciendo uso del “sentido común” y de los consejos de los expertos. “No se recomiendan las dietas restrictivas. Hay que hacer una dieta saludable, aprender a comer e implantar unos hábitos que perduren en el tiempo, ayuden a perder peso pero también a mantener y mejorar la salud”.
“Es importante la constancia, y para eso las dietas restrictivas no sirven, porque nos agobian y es frecuente que se abandonen y generen frustración en las personas”, insiste Sánchez, que aboga por “una alimentación lo más variada posible, basada en los producto frescos, donde prevalezcan frutas, verduras, hortalizas y legumbre cocinada limpia”.
Más pautas: “Intentar disminuir el consumo de alimentos grasos y procesados, como bollería, embutidos, precocinados, bebidas alcohólicas y carnes grasas”. Hay que tratar de consumir con moderación alimentos de origen animal y dentro de estos “es más recomendable que prevalezcan los alimentos de origen marino, pescados y marisco”.
Otro paso a dar: controlar el aceite. Aunque sea de buena calidad hay que moderar el consumo. “Cada gramo de aceite tiene nueve kilocalorías”, recuerda. “Hay que usar grasas de buena calidad, como aceite de oliva, frutos secos (ni salados ni fritos) y aguacate”.
Y, muy importante: “No tenemos que pasar hambre”. Para evitarlo se debe aumentar el número de comidas, “meter hamaiketako y merienda para llegar con menos apetito a comida y cena”. Además, “para hidratarnos y limpiar el eje hepático y renal hay que beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día”.
En el decálogo de consejos no puede faltar “cocinar limpio”, sin frituras ni salsas; y practicar deporte “con una frecuencia realista” para no abandonarlo, eligiendo una actividad “del gusto de cada persona”. “Puede valer andar, bailar o correr, y mejor si es acompañado”.
Pero como la vida es un camino largo también tiene que haber espacio para el disfrute. “Siempre viene bien ponerse a dieta, sí, pero con comida real que nos ayude a adoptar hábitos saludables para toda la vida”. Si lo hacemos así , si se cuida la alimentación, “cuando hay algunos sucesos puntuales y hagamos algún exceso no pasa nada. Lo importante es saber retomar los hábitos saludables”.
“Cuidarse es una carrera de fondo, no se trata de llegar primero a la meta, sino de llegar a la meta”, concluye Eider Sánchez.
ayudas externas Cuando se toma la decisión de empezar una dieta o de perder peso también resulta muy recurrente acudir a la farmacia en demanda de productos que ayuden a lograr este objetivo.
Ibon Mokoroa, de la farmacia Mokoroa, observa cómo cada año tras las navidades son más frecuentes las consultas en torno a dichos productos. “Vienen pidiendo ayuda para adelgazar esos dos o tres kilos que se cogen como media estas fiestas y también para realizar dietas detoxificantes, para limpiar el hígado o el colon”.
Explica Mokoroa que, pese a que hay gente que llega ya con alguna idea en concreto sobre qué tomar de la mano de “doctor Google”, siempre agradecen el asesoramiento “de un profesional sanitario que te da consejos sobre un producto que conoce”.
Ademas de prescribir un producto u otro, en la farmacia se dan muchas más pautas. “Les insistimos en que para bajar peso lo fundamental es hacer ejercicio y elegir una dieta saludable. Estos complementos lo que hacen es ayudar a quemar el exceso o a no absorber tanta grasa”.
La gama de productos es muy amplia. “Están los drenantes que ayudan a eliminar las toxinas y grasas, hay otros que contribuyen a absorber menos grasa y consumir así la que tienes y también hay medicamentos que ajustan el índice glucémico”.
Las presentaciones son también variadas. “Hay desde líquidos que se diluyen y se van tomando todo el día a pastillas, incluso infusiones con plantas que tradicionalmente se han usado como digestivas que ayudan a drenar y quemar grasas”.
Los precios, en consecuencia, también varían: “Desde los cinco euros de un paquete de infusiones hasta unas pastillas mucho más complejas que pueden llegar a 80 euros. Depende de cada persona, los objetivos, su masa corporal o el consejo del nutricionista”
Pero, insiste, “la operación bikini y la operación promesas de inicio de año” deben tener su base en los hábitos saludables y su mantenimiento en el tiempo, porque “milagros no hay ni en Lourdes”. Además, lo que funciona para una persona puede que no valga para otra. “Depende de los hábitos de vida de cada cual. Hay a quien la ansiedad le hace picar constantemente, otros necesitan saciarse con más facilidad y hay quien viene porque se nota más hinchada alguna zona por una retención de líquidos. Cada caso es diferente”.
“Estos días no solo viene gente que quiere adelgazar, también la que quiere dejar de fumar y otros que se han marcado distintas metas”, explica. “Muchas campañas que se hacen coinciden con estas fechas de inicio de año, porque todos hemos hecho promesas de este estilo”, añade el joven farmacéutico.
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