pamplona - La familia de Blanca Fernández Ochoa despidió ayer a la deportista en el tanatorio de Cercedilla, cuya capilla permaneció abierta hasta las 21.00 horas. “Están todos rotos. Hemos tenido días muy largos y ahora estamos despidiéndonos de ella”, indicó el portavoz familiar, Adrián Federighi.

La capilla ardiente reunió a familiares, amigos y vecinos de Cercedilla y a rostros conocidos del mundo del deporte y la política que quisieron dar su último adiós a la medallista. Antes de las 9.00 horas ya se encontraban a las puertas del tanatorio los dos hijos de Fernández Ochoa, Olivia y David Fresneda, así como su hermana Lola Fernández Ochoa. Su cuñado adelantó que la familia no ha recibido ningún resultado de la autopsia y que las cenizas de la deportista, que se incineraron ayer por la tarde en una ceremonia familiar, descansarán en Siete Picos. Fuentes de la familia explicaron que tardarán unos días en hacer esa excursión homenaje a Blanca, ya que están muy cansados de todos estos días y en el futuro escogerán una fecha para hacerlo toda la familia junta en la intimidad.

El portavoz también se refirió a los hijos de Blanca: “Son muy jóvenes, han perdido a su madre, no hay otra imagen que no sea la del dolor y de que la van a echar de menos bastante más que nosotros, porque nosotros teníamos la parte divertida de Blanca y ella todavía los tenía que educar y regañar. Nosotros la disfrutábamos siempre como amiga y como hermana”, dijo.

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, ensalzó la figura de Blanca , quien dijo “rompió” muchos techos en los años noventa. También tuvieron palabras sus amigos. La medallista olímpica de taekwondo Coral Bistuer, amiga desde hace muchos años de la fallecida, definió a Blanca como “una mujer limpia de alma, espíritu y vida”.

El periodista deportivo José María García se mostró crítico con el trato recibido por la exesquiadora. “Blanca no era una más, es la única deportista española con una medalla olímpica en esquí”, recalcó. - D.N.