Fundación Elkarte ha formado a más de 2.500 personas en sus 15 años de existencia
De ellas, 1.500 fueron formadas en empleo y más de 950 en educaciónLa entidad, que trabaja con inmigrantes, celebra su aniversario con la visita de la presidenta Chivite
pamplona - 2019 es un año de celebración en la nave de San Jorge que gestiona la Fundación Elkarte. Sus cinco trabajadores, su alrededor de media decena de voluntarios y los 60 alumnos que participan en sus diferentes cursos y talleres festejan durante esta temporada el 15º aniversario de su constitución, una conmemoración que tuvo ayer su día grande con la visita de la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite; la consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu, y la concejala delegada del área de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Pamplona, María Caballero.
Las tres representantes pudieron conocer de primera mano las instalaciones y el trabajo de una Fundación que en estos quince años ha impartido formación laboral a más de 1.500 personas, de las que el 70% -más de un millar- ha obtenido una titulación o una certificación oficial reconocida. En el aspecto educativo, más de 950 personas lograron obtener una titulación gracias a sus programas de talante educativo, lo que asciende a un total de 2.500 personas que han pasado por su nave.
Gracias a los estudios que imparten y a una red de 85 empresas colaboradoras en las que los estudiantes realizan prácticas profesionales, Elkarte ha conseguido que se firmen más de 300 contratos, e incluso ha apoyado la creación de 12 microempresas.
Sin embargo, su trabajo va más allá de la formación laboral y la educación. También han atendido a 825 personas en servicios de intervención social como becas de transporte o ayudas a la vivienda, así como orientación en la búsqueda de empleo con más de 7.500 acciones.
Sin embargo, estos datos no reflejan toda la realidad que engloba el trabajo de Elkarte. “Los números están bien y te dan una pista, pero para mí el balance es lo que hemos creado: un lugar de referencia para la gente que no tiene raíces o referencias, y esta es una familia”, cuenta Idoia Gárate, responsable de la Fundación, poniendo el ejemplo de que los exalumnos “cuando consiguen trabajo vienen y nos lo cuentan, y cuando se quedan en paro vienen a ver qué tenemos”. “Eso es lo más importante, crear ese tipo de cosas, más que crear cursos porque cursos da mucha gente”, destaca.
La misión de la Fundación se vertebra en cuatro ejes: un taller profesional de educación para jóvenes y niños, un taller ocupacional para inmigrantes sin papeles, un taller de operario industrial y un curso del Servicio Navarro de Empleo para formar soldadores que van a ir a trabajar.
En ellos no hay un alumno tipo, sino “estilos” diferentes. “Tenemos muchos inmigrantes, jóvenes con temas judiciales, jóvenes en pisos tutelados y menores no acompañados, que son los que mejor funcionan”, asegura Gárate, que incide en que “la gente que lleva tiempo se insertan todos laboralmente”, y de los cursos alrededor de “la mitad de cada grupo” termina trabajando.
Pero no solo el empleo de soldador es el objetivo. “No todos tienen la inquietud de ser soldador, seguir formándose también es inserción. Nos planteamos objetivos más humildes: que se centren, que sepan estar en un puesto”, desembrolla la responsable, que se pone como retos “crecer en hacer mejor las cosas” así como hacerlo también en “otras áreas” además de “seguir avanzando en la calidad”.
En su intervención al público, la responsable quiso “reivindicar las orillas”, porque es “donde se constatan las fallas del sistema”, un espacio donde se encuentran para conseguir “una sociedad humanizada”, porque “una sociedad que no cuida de los vulnerables no merece llamarse así”.
agradecimiento de chivite La presidenta Chivite, que hizo una visita a las instalaciones en las que conoció las distintas aulas y las herramientas con las que trabajan los alumnos en los talleres, agradeció en su discurso la labor de Elkarte por trabajar “en el bien común de Navarra”, en la que logran “una sociedad más justa y más cohesionada”.
Chivite quiso alinearse en el discurso de Idoia Gárate, poniendo “a las personas por delante de los datos”. Además, tendió la mano del Ejecutivo para cubrir las necesidades de la Fundación. “El Gobierno seguirá de vuestro lado, pensad que somos un aliado”, reforzó.
Por su parte, como representante del Ayuntamiento de Pamplona, María Caballero también quiso dar la “enhorabuena” a la entidad “por su trabajo” y por cumplir “un aniversario que legitima una trayectoria por la inclusión social.
Caballero también quiso señalar que el Ayuntamiento y Elkarte tienen “mucho en común”, compartiendo “parte de ADN” en la atención a las personas en riesgo de exclusión social.
el ejemplo de wombo Arnaud Wombo es un joven camerunés que se constituye en uno de los mejores ejemplos de la misión de Elkarte. Saltó la valla de Melilla en mayo de 2014 con otras 400 personas. Allí llegó tras una odisea de tres meses que comenzó armándose de valor y emprendiendo un camino de más de 4.000 kilómetros a través de Nigeria, Argelia y Marruecos -donde llegó a vivir en el monte- hasta que el 28 de mayo decidió dar el salto. “Estuve 45 días y me ingresaron en un CIE de Huelva. A las dos semanas me puse en contacto con mi hermano en Pamplona y me consiguió una casa de acogida”, narra Wombo. Las fechas pueden parecer lejanas, pero no bailan en la mente del joven, que las tiene muy en cuenta.
“En abril de 2017 comencé un curso de soldadura en Elkarte, donde aprendí en un ambiente familiar en el que se cuida el compañerismo”, agradece. A través de la Fundación, Wombo consiguió un empleo, “haciendo realidad un sueño” que se completó “viviendo de alquiler” con su mujer, con la que ha emprendido un nuevo e ilusionante proyecto. “Las personas queremos una vida mejor, y no venimos a molestar a nadie”, dedicó en su mensaje, en el que agradeció a Elkarte “ayudar a cambiar” su vida y la posibilidad de “formar parte de esta gran familia”.
70%
De las 1.500 personas que pasan por un programa de formación para el empleo de Elkarte, más de 1.000 obtuvieron una certificación profesional reconocida, lo que supone un 70% de graduados.xx
825
Además de las formaciones educativas y laborales, Elkarte ha atendido a 825 personas en servicios de intervención social como becas o ayudas.
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