a Confederación Autismo España reclamó ayer al Gobierno central que las personas con trastornos del espectro autista (TEA) puedan, de forma excepcional, salir a la calle solas o acompañadas cuando sus circunstancias así lo requieran por la “enorme problemática” que les supone el confinamiento. Aunque este colectivo “está muy concienciado” sobre la importancia del aislamiento para frenar al coronavirus, Autismo España y el Comité de Representantes de personas con Discapacidad (Cermi) comunicó al Ejecutivo las “graves alteraciones” en su comportamiento y bienestar. “La permanencia indefinida en su domicilio puede suponer alteraciones significativas de su comportamiento o afecciones graves a su bienestar psicofísico y personal”, abunda en un comunicado la organización, que representa a más 133 entidades específicas y especializadas de personas con TEA y sus familias.

Entre dichos colectivos está ANA, la Asociación Navarra de Autismo, cuya presidenta Amaya Áriz, explicaba ayer el estado de los 500 menores de 16 años que en Navarra padecen autismo. “La situación de los niños y niñas con autismo es complicadísima porque el Real Decreto se ha olvidado por completo de las personas con discapacidad, se ha olvidado de ellas como personas. Entre las excepciones para salir a la calle figuran la de aquellas personas que cuidan a personas con discapacidad, pero no habla de que puedan salir estas propias personas por su propia condición de discapacidad que les haga necesario salir a la calle, para estimulación sensorial, como ocurre en las personas con autismo”.

Áriz recordó que “tenemos un problema muy importante con las personas con autismo que es la falta del sentido del tiempo, que carecen de él o lo tienen muy mermado. Esto hace que no puedan esperar”. En su caso personal, este es su panorama. Está casada, es consultora autónoma de empresas en el ICEX y no puede dejar de trabajar porque las consultas estos días se le desbordan, su marido no tiene posibilidad de teletrabajo y han contratado 5 horas diarias al psicólogo de su hijo. “Supone un dineral y un riesgo, por lo de meter a un tercero en casa por el riesgo de contagio, pero de lo contrario es imposible organizarse y que nuestro hijo no se resienta. A las seis de la tarde sale diez minutos de casa. La niña no sale. A mí me ocurre que a las 6 se levanta, a las 9 ya ha almorzado, a las 11 quiere comer y a las 3 de la tarde ya pregunta por la cena. Es decir, cuando están acostumbrados a una rutina fija de colegios, no se les rellena ese tiempo libre como a un niño con desarrollo típico al que le puedes proponer actividades. Aquí no ocurre eso. Tenemos a peques que están en la puerta de casa, con los pictogramas de su tablero de comunicación preparados, llenos de ideas y esperando salir. Aunque les hayamos explicado a aquellos que tienen más comprensión que no se puede salir por el coronavirus, eso no quita que estén acostumbrado a rutinas muy específicas y no transigen, no pueden aceptarlo”.

Para ello, ejemplifica la ruta diaria de un menor con autismo. “Por ejemplo, un niño que esté acostumbrado el fin de semana a unas rutinas que le ayudan a estar regulado. A las 2 va a comer a casa de la abuela, a las 3 va a Itaroa, a las 3.15 juega a la máquina de Star Wars, a las 15.30 compra palomitas, a las 15.45 entra en el cine y a las 15.50 empieza la película de estreno, que él ya sabe cuál es. A las 17.30 compra el Hipercor que compra todos los sábados y a las 19.00 tiene que cenar. Esa rutina le da tranquilidad y estabilidad. Por eso imploran con la mirada en la puerta de casa para poder salir. Nos es muy difícil rellenar ese tiempo, acabamos saliendo con miedo de casa porque no podemos estar a la buena voluntad del policía. Lo hacemos por razón de extrema necesidad e instamos a los afectados a que lleven consigo el certificado de discapacidad o un informe médico. Así pueden alegar si les para la policía. Tal vez no se pueda entender que un niño de 17 años no verbal se empiece a autolesionar porque no puede salir a la calle y eso le genera ansiedad. Hay niños que tienen una gran hiporeactividad, visual, auditiva, táctil, que necesitan salir a la calle a recibir mucha dosis sensorial”.

Áriz explica que ante el estado de alarma el máximo problema que se les presenta es “el cambio de rutinas y la desregulación por no seguir la rutina habitual, que en ocasiones puede consistir en tener las dosis sensoriales suficientes que las consiguen saliendo de casa. Si un niño es hiporeactivo auditivo necesita mucha dosis de sonidos. Muchos de ellos tienen problemas propioceptivos y vestibulares. El primero surge por la sensación que uno tiene de sus propios músculos, y el vestibular es la relación con el espacio físico y si está alterado necesitan muchas veces salir, saltar, correr... Lo necesitan como respirar. No es un capricho”, explica la responsable de ANA. Así, las situaciones más graves que tienen que afrontar “son crisis por desregulaciones muy altas, que van desde gritos, lloros y rabietas desmedidas hasta autolesiones o agresiones por no poder salir de casa y no entender la situación”.

Piden el cierre de todos los centros. El Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Navarra pidió ayer al departamento de Salud que solicite al Ministerio de Sanidad el cierre de todos los centros de fisioterapia por “no poder garantizar que no se produzca contagio de COVID-19 entre fisioterapeutas y pacientes”. Siguiendo la línea del CGCFE, pidió el cierre por “no disponer del material de protección, como mascarillas, que evite el contagio entre el fisioterapeuta y el paciente”. Según explicaron, la fisioterapia es una profesión donde “aproximadamente el 90% se realiza en centros privados y los tratamientos suponen un contacto directo y mantenido en el tiempo”. Muchos de los pacientes, por edad y patologías previas, son además población de especial protección. Por ello, y “ante el desabastecimiento de medidas de protección para pacientes y profesionales”, es obligatorio que “el Gobierno ordene el cierre de las consultas para evitar la propagación del COVID-19”. A juicio del Colegio, sólo se debe mantener el servicio de fisioterapia en el ámbito hospitalario y para las patologías donde la actuación del fisioterapeuta sea fundamental en la evolución del paciente.

Recomendaciones para propietarios de animales domésticos. El Colegio Oficial de Veterinarios de Navarra remitió una serie de recomendaciones para garantizar el bienestar de nuestras mascotas frente al COVID-19 y proteger la salud de todos. Señaló que “en este momento no hay evidencia de que los animales de compañía, como perros, gatos u otras mascotas, puedan transmitir” el coronavirus y aconsejó por higiene “lavarse cuidadosamente las manos con agua y jabón después de tocarles”.

¿Cómo pasear al perro? El Colegio señala que “podemos pasearlos en los alrededores de nuestro domicilio y por el tiempo estrictamente necesario, respetando siempre las normas higiénicas y evitando grupos con otros dueños”.

Si necesita ir al veterinario... En caso de que la mascota enferme o sufra un accidente, llame a la clínica antes de ir para que el profesional valore el caso e indique qué hacer: “Si tiene síntomas de COVID-19, no debe acudir con el animal a la clínica veterinaria, comunique la situación por teléfono y que otra persona lo lleve”.

¿Qué hacer si ha dado positivo al coronavirus, tiene síntomas o, al ser persona de riesgo, no puede o no debe salir de casa? El Colegio recomienda delegar el cuidado del animal en un familiar o conocido, si bien deben desinfectar adecuadamente los utensilios de su mascota antes de traspasarlos.

“El Decreto se ha olvidado del todo de las personas con discapacidad como personas”

“Necesitan salir a la calle como respirar. Si no hay rutinas ni estimulación, entran en crisis”

Presidenta de Autismo Navarra (ANA)