- El Juzgado de lo Penal número 2 de Pamplona ha condenado a seis meses de prisión a un vigilante de seguridad que insultó reiteradamente e incluso llegó a amenazar pistola en mano a otro compañero de trabajo, en concreto su jefe de equipo, al que menospreciaba e intimidaba por su condición sexual. La pena de prisión, impuesta por un delito contra la integridad moral, ha sido suspendida a condición de que no delinca en el plazo de dos años. La sentencia se alcanzó de conformidad y es un pronunciamiento firme.

En los hechos probados de la resolución se constata que el acusado y la víctima eran compañeros de trabajo desde hace varios años y desempeñaban las funciones de vigilantes de seguridad, siendo la víctima el jefe de equipo. En el contexto de su actividad laboral, "han venido siendo reiteradas las ocasiones en las que el acusado ante cualquier indicación de su jefe, y con ánimo de menoscabar su integridad moral, le respondía con comentarios relativos a su condición sexual como maricón de mierda, babosa..., haciéndolo incluso delante de terceras personas". En concreto, desglosa el fallo, el 28 de mayo de 2018, cuando la víctima le dijo que tenía que firmar los cuadrantes de trabajo, el acusado le respondió: "No te firmo nada, baboso, hijo de puta" y cuando un poco más tarde le indicó que debía mirar un ornamento que colgaba del edificio que custodiaban, porque andaba aire, le contestó: "Me tienes hasta los cojones, que asco de tío de mierda, deja de tocarme los cojones. Si te gusta mamar pollas, vete a mamar pollar y quita de ahí que me molesta que me mires".

Igualmente el acusado realizaba comentarios a otros compañeros con intención vejatoria respecto a la víctima y su condición sexual como "es un maricón de mierda, ya viene a buscarlo su marido, su escolta...". El episodio que terminó por desencadenar la causa judicial ocurrió el 7 de junio de 2018. Fue entonces cuando la víctima, sobre las 8.50 horas, acudió a su puesto de trabajo, donde tenía que hacer el relevo al procesado. Este le tenía que entregar el arma reglamentaria, pero cuando ambos se encontraban en el vestuario, se inició una discusión de trabajo en el transcurso de la cual, cuando el acusado tenía aún la pistola en la mano, le dijo: "Hijo de puta que te mato". Las situaciones relatadas a lo largo de la sentencia dieron lugar a la apertura de varios expedientes disciplinarios dentro de la empresa, si bien no cesaron la conducta y generaron una alteración psicológica en la víctima que presenta sintomatología ansiosa, que se ha mantenido en el tiempo y con variaciones en su intensidad.

7 de junio de 2018. El episodio en el que finalmente estalló el proceso judicial fue cuando el acusado llegó a amenazar a su jefe de equipo con el arma en mano.