La actividad volvió este fin de semana hasta el Camping de Acedo situado en la muga con Álava, en las tierras que antes cruzaba el Tren Vasco Navarro que unía a Estella con Vitoria y Mondragón. Un camping cuya capacidad actual ha ido creciendo y hoy alcanza las 1.500 plazas. Unas cifras que lo convierten en una de las referencias del turismo en la Comunidad foral y un punto de encuentro para cientos de visitantes que han elegido esta lugar de La Berrueza como lugar de vacaciones y tiempo libre.

Desde octubre el camping cerró su actividad hostelera por las normas tomadas por Navarra, secundada también por la imposibilidad de buena parte de sus clientes procedentes de Guipúzcoa, Álava, Vizcaya y La Rioja de salir de sus comunidades. Desde el levantamiento del estado de alarma los usuarios del camping han ido llegando poco a poco. Sobre todo este fin de semana ya que el pasado "apenas daba tiempo", comenta un turista vizcaíno que tomaba el café en el bar del camping "dentro solo podemos estar los residentes". Pero ayer la actividad en las diferentes parcelas se había desatado después de más de medio año sin poder disfrutar de este paraje a la sombra de las sierras de Lóquiz y de Codés.

Itziar González y Jonatan Nuñez

Los que vuelven

Así lo hicieron Itziar González y Jonatan Nuñez, de Agurain en Álava. Llegaron después de siete meses a acampar en Acedo con sus hijas Ainetxe de once años y Iraia de 14. "Hemos pensado muchas veces lo de poder venir, sobre todo cuando en Navidad confinaron cuando hubo muchos casos en Agurain y en Araia". Jonatan no se explicaba cómo en Navarra había sido tan "fuerte" el cierre de la hostelería, "ha sido algo que me ha llamado mucho la atención".

Xabier Martínez

Muy cerca de su parcela está la de familia guipuzcoana Martínez Almagro, que son de Zumárraga. Noni y Jose Francisco vinieron hasta el camping de Navarra allá por 2005. Mi marido falleció el año pasado "era el que más le gustaba venir a este sitio", comenta Noni. Ayer acompañada de sus hijos, Jose Ignacio y Xabi, regresaban después de siete meses, "ahora nos toca ir arreglando los desperfectos después de tanto tiempo.

Seguramente tendremos que cambiar la cubierta que está muy vieja e ir reparando varias cosas de la parcela", asegura Jose Ignacio que, con 30 años, lleva media vida viniendo a Acedo donde conoció a Irene Garcés, una chica de Legazpi que hoy es ya su pareja. Con todo el regreso hasta Acedo este año "esta siendo muy duro por todo lo que está pasando pero sobre todo porque echamos de menos a mi padre", comenta su hijo pequeño, Xabi.

En pleno parque infantil nos encontramos con la familia de Pablo Sota y Ziortza Muro. Vienen desde Casalarreina (La Rioja) con sus dos hijas, Ara de cinco años y Alba de tres. Una familia que pasa el tiempo libre alrededor de la caravana. "Hemos tenido tres vehículos" con las que han recorrido la península y también buena parte de Europa: "Ara casi nace en Alemania", asegura Ziortza, quien afirma que sus hijas dicen que todos los fines de semana: "nos vamos de vacaciones".

Algo que tiene muy claro Ara, que a sus cinco años defiende este tipo de turismo "me gusta muchísimo porque en cada sitio que vamos con la autoca (autocaravana) conozco amigos; andamos en bici y hacemos escalada". Y es que Pablo y Ziortza aman este es su mundo, y puede que algo tenga que ver el hecho de que se conocieran en un camping y que ahora quieran para sus dos pequeñas un ambiente "como este, donde conviven niños y niñas de todas las edades".

Maider Bengoetxea, con su familia

A la recepción del camping entra Maider Bengoetxea vecina de Tolosa. Llevaba sin acudir a Acedo desde el pasado septiembre y su llave de acceso no funcionaba. Maider está casada con Íñigo Ayrbe y tiene dos hijos, Oier de 14 años y Xuban de once. "Mis hijos están encantados de venir aquí porque tienen su cuadrilla y además también hay otros chavales de Tolosa", indica. Maider comenta el año duro de confinamiento en el que han estado en Tolosa "hemos estado un montón de meses en rojo". "Teníamos muchas ganas de salir", abunda Bengoetxea.

Camping Acedo

Al otro lado de la recepción, escucha las confidencias Eugenio Tardienta, uno de los responsables del camping. "Más que angustiados por la pandemia aquí lo que hemos estado es aburridos". Y eso a pesar de que durante los últimos meses han recibido la visita de familias y visitantes de Navarra, "hemos llegado a acoger a 400 visitantes navarros", lo cual salvó un poco la actividad de este camping que se ha convertido en el mayor de Navarra, con una capacidad que supera las 1.500 personas. Pero el cierre de la hostelería desde octubre a marzo hizo que "no hayamos trabajado nada en todo el invierno. Solo hemos tenido abiertos la tienda y los servicios donde paraban los camioneros y les dejábamos utilizarlos". Con todo, recuerda que en el camping hubo seis familias guipuzcoanas que pasaron aquí el cierre perimetral de su comunidad "y están encantados de la experiencia que vivieron en el camping durante todo este tiempo", subraya Tardienta. Los visitantes de ayer en Acedo aseguraban que era como si ya hubiera comenzado el fin de la pandemia. "Espero que ya lo hagamos bien y no volvamos para atrás" advertía, eso sí, Pablo Sota.

LAS FRASES

"Nos gusta este ambiente donde conviven a su aire los niños y niñas"

Pablo Sota

Vecino de Casalarreina (La Rioja)

"Hemos pensado muchas veces en cuándo podríamos volver a venir a Acedo"

Jonatán Núñez

Vecino de Agurain (Alava)

"La vuelta está siendo muy dura porque echamos de menos a mi padre fallecido"

Xabi Martínez

Vecino de Zumárraga (Guipúzcoa)

"Mis hijos están encantados de venir a Acedo porque aquí tienen su cuadrilla"

Maider Bengoetxea

Vecina de Tolosa