- La primera ola de calor del año se está cebando con los países del Mediterráneo que, tras días de incendios de los que aún se recuperan, están en alerta por temperaturas históricas que baten récords, como en el caso de Túnez, donde han superado los 50 grados. Situación preocupante también en otros países de la ribera sur mediterránea, como Marruecos o Argelia, país donde los termómetros han llegado a los 47 grados, lo que dificulta la extinción de los incendios que ya se han cobrado la vida de 69 personas. En la ribera norte, España, Italia, Francia, Grecia y los países balcánicos han tomado medidas para minimizar los efectos de esta ola de calor que, según las previsiones meteorológicas, se prolongará durante unos días más.

Túnez registró ayer las temperaturas más altas de su historia por segundo día consecutivo, alcanzando los 50,2 grados en la ciudad de Kairouan (centro), récord del continente africano y la segunda más elevada del mundo, según el Instituto Nacional de Meteorología (INM). La última vez que el país comunicó cifras similares fue en 2005 en la región de Tataouine (sur), a puertas del desierto del Sáhara, con 50,1 grados. La ola de calor dejará hoy temperaturas entre los 39 y los 45 grados, acompañadas de vientos de siroco, excepto en el suroeste del país, donde se espera que alcance de nuevo los 49 grados.

Las zonas sur y centro-oeste de Italia se encuentran en alerta al menos hasta el fin de la semana por temperaturas que superan los 45 grados. La ciudad de Siracusa, en la isla de Sicilia (sur), alcanzó el miércoles los 48,8 grados, dato que, a falta de ser confirmado, supondría un nuevo récord en Europa tras los 48 grados de Atenas en 1977. El resto de regiones meridionales siguen en alerta: Calabria, la punta de la bota italiana, rozó los 42 grados. El servicio de Protección Civil de Roma ha habilitado varios puntos de suministro de botellas de agua para los romanos y los miles de turistas que, a pesar del calor, pasean por la ciudad.

Grecia amaneció ayer con tormentas locales que dieron un respiro a dos semanas de asfixia, con temperaturas que superaron los 46 grados, en las que el país ha vivido la peor ola de incendios que se recuerda. La ligera caída de la temperatura y las lluvias, aunque fueran breves, ayudaron en la isla de Eubea, la más golpeada por el fuego, donde los bomberos se centran en sofocar rebrotes que van surgiendo en distintos puntos del norte de la isla. Las primeras estimaciones apuntan a 90.000 hectáreas quemadas en todo el país, un desastre ecológico sin precedentes.

La mayor parte de España se encuentra en alerta por temperaturas que podrán superar los 44 grados en días próximos, como las regiones de Aragón y el noreste de Catalunya, que están en riesgo extremo. El miércoles, por ejemplo, se saldó con temperaturas máximas iguales o superiores a 40 grados en al menos 33 localidades que cuentan con estaciones de la Aemet ubicadas en su gran mayoría en el Valle del Tajo, sur de Castilla-La Mancha y Andalucía oriental; y se registraron mínimas nocturnas superiores a los 25 grados -es decir, noches tórridas- en 48 estaciones.