El bioquímico navarro Alejandro Urdiciain ha abierto en su tesis doctoral una nueva vía en la investigación para la lucha contra el glioblastoma, uno de los tumores cerebrales más agresivos, con una supervivencia de los pacientes inferior al 7 % cinco años tras el diagnóstico.La investigación de Urdiciain, de 28 años y natural de Figarol, se ha centrado en la búsqueda de una terapia alternativa para el glioblastoma, el tumor cerebral más común y maligno, y para ello ha estudiado el papel que desempeña la enzima histona desacetilasa 6 (HDAC6), que aparecía en niveles muy elevados en células tumorales en comparación con las sanas.

Según una nota de la Universidad de Navarra, el nuevo doctor explica que "para poder comprobar que era una de las causantes del desarrollo de este tipo de cáncer, realizamos diferentes tratamientos para disminuir su expresión y actividad, como silenciar el gen mediante un RNA de interferencia o bloquear la acción de HDAC6 con un fármaco".

A pesar de que los resultados de esta investigación son preliminares y se han realizado sobre líneas celulares -se presta necesario realizar más experimentos y recabar información para conocer si es posible trasladar el tratamiento a pacientes-, el doctor Urdiciain indica que los tratamientos propuestos han logrado frenar el crecimiento tumoral.

"Hemos comprobado que combinando un fármaco frente a HDAC6 con la temozolamida, que es el agente quimioterapéutico, potenciamos el efecto que la quimioterapia hace en el tumor", añade.

Uno de los objetivos logrados en esta investigación ha sido la "reversión del estado mesenquimal de líneas celulares que provienen del tumor" lo que contribuye a reducir su agresividad y "capacidad migratoria y clonogénica". Además, se ha conseguido bloquear algunos procesos que evitan que el tumor aumente de tamaño.

Para este científico es necesario continuar la investigación testando en modelos animales la eficacia que tienen diferentes fármacos sobre el tumor, para poder entender mejor el comportamiento del glioblastoma.

Así, "si nuestro fármaco funcionase en un modelo in vivo, en combinación con la quimioterapia, podríamos conseguir mejorar la terapia frente al glioblastoma que lleva sin evolucionar desde el año 2005", augura.

Según el Registro de tumores cerebrales de Estados Unidos (CBTRUS), el glioblastoma es el tumor cerebral más común y maligno. La terapia actual consiste en la resección quirúrgica combinada con quimioterapia y radioterapia, siempre y cuando mejore la calidad de vida del paciente.

Alejandro Urdiciain es graduado en Bioquímica (biomédica), máster en Investigación Biomédica, y doctor por la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra.