uatro jóvenes de Arbizu, Peralta, Pamplona y Argentina debatieron el pasado jueves sobre la situación del euskera en la jornada Nafarroan euskararen aldeko jarrerak indartzeko aukerak/El euskera en Navarra: actitudes y oportunidades, organizada por Topagunea. Como se reflejó en la tertulia, Navarra es diversa y plural. Contaron su historia cuatro personas con orígenes totalmente distintos, pero con un elemento en común: el euskera, uno de los principales elementos identitarios de esta tierra.

Lohizune Amatria Zabalza (Pamplona, 1992), fue la encargada de dirigir la tertulia y explicó su relación con la lengua. "Yo soy de la tercera generación del modelo D de Mendillorri y recuerdo que había una gran enemistad entre las personas que estudiaban en euskera y las de castellano. Creo que deberíamos cambiar estas actitudes y buscar el acercamiento", reflexionó.

También estudió en el modelo D Lur Albizu Etxetxipia (1993), que ha participado tanto en el movimiento juvenil como en el movimiento feminista y que ahora reside en Artazu. "Soy hija de euskaldunberris y gracias a ellos hemos podido estudiar en casa. Yo no entiendo mi recorrido como militante sin el euskera. Esta lengua me ha ayudado a construirme y a ubicarme en el mundo".

Además, Lur Albizu reclamó un acercamiento entre quienes saben euskera y los que no dentro de los movimientos juveniles. "Por comodidad, se suele recurrir al castellano. Tenemos que hacer un trabajo conjunto, en red. Creo que tendríamos que probar también a entremezclarnos un poco".

Eso es lo que intentó Cristina Osés, que llegó de la Ribera a Pamplona y encontró en el idioma una dificultad para integrarse en los movimientos juveniles. "Yo estudié en el modelo A en Peralta y lo recuerdo como algo muy divertido. Luego, cuando llegué a Pamplona, me consideraba una persona muy tolerante con el euskera, pero vi que casi no podía acceder a los movimientos populares y juveniles por no ser euskaldun y lo viví con mucha animadversión. La verdad es que mi experiencia con el euskera ha sido una montaña rusa", confesó.

Además, la trabajadora del Observatorio de la Realidad Social del Gobierno de Navarra quiso reflexionar sobre las particularidades del euskera en la Ribera. "Utilizar las mismas estrategias para toda Navarra es irreal y una pérdida de tiempo. La Ribera no vive en euskera, eso es una realidad, pero nosotros fuimos ganando espacios y conseguimos, por ejemplo, organizar un cuentacuentos en euskera el día del muete en fiestas de Peralta. O, cuando la Korrika pasa por el pueblo, que tiene 6.000 habitantes, reunimos a 20 padres y para nosotros ya es un cambio de años luz. Eso nos parece tejer comunidad. Hay que poner en valor el esfuerzo que se hace en una Ribera que cada vez es más autodidacta y cada vez apuesta más pese a no tener recursos. Y eso no debe suponer nunca una confrontación con aquellos que han vivido el euskera desde siempre", aseguró.

Por último, Juan Gutiérrez, Presidente del Consejo de la Juventud de Navarra, explicó su relación con el euskera, un idioma que ha pasado de rechazar a amar. "Nací en Argentina y llegué con 7 años a Pamplona. Recibí mi educación en un centro concertado y no tuve la oportunidad de aprender euskera. Yo tenía una opinión contraria al euskera hasta la Universidad, que es cuando para mí se abrió el mundo. Ahora, pienso que he tenido mala suerte, que el entorno familiar y social en el que he crecido me ha llevado a perderme una parte de la cultura y de mi propio desarrollo personal. Me da entre pena y vergüenza no haber podido estudiar en euskera".

Juan Gutiérrez aseguró que intentará fomentar el uso del euskera desde el Consejo de la Juventud y finalizó con un deseo. "Me gustaría que, de aquí a unos años, todos pudiéramos entendernos en cualquiera de las dos lenguas".

"Yo no entiendo mi recorrido como militante sin el euskera y me ha ayudado a formarme como persona"

Graduada en Estudios Vascos

"Organizar un cuentacuentos en euskera en fiestas de Peralta nos parece una forma de tejer comunidad"

Socióloga del Gobierno de Navarra

"Me da entre pena y vergüenza no haber podido estudiar en euskera; me he perdido parte

de mi cultura"

Presidente del Consejo de la Juventud

"Estudié euskera y había bastante enemistad con los que no lo hacían. Tenemos que cambiar esta actitud"

Periodista

"El 60% de la población foral no tiene opción de estudiar en euskera y es algo que debemos mejorar"

Director de Topagunea