“Siempre llegas un poco nervioso al examen, pero si has estudiado lo sacas sin problemas”. Ese era el sentimiento generalizado entre los más de 3.700 estudiantes que este martes se han enfrentado a los primeros exámenes de la EvAU en la UPNA. Hubo muchos nervios al entrar -especialmente antes del primer examen de Lengua o de la “temida” prueba de Historia- y, sobre todo, un gran alivio al finalizar cada uno de los exámenes en los que el alumnado pudo demostrar los conocimientos adquiridos a lo largo del curso.

El paisaje frente al Aulario fue cambiando radicalmente a lo largo de la jornada. Los nervios, los apuntes amontonados por el suelo y los corrillos con dudas de última hora fueron dejando paso al alivio, las carreras de alegría y los abrazos de felicidad al finalizar cada una de las pruebas.

“Había nervios antes del primer examen, pero en cuanto he empezado a escribir ya me he tranquilizado y ha ido bastante bien. Estoy muy contento”, explicaba Sergio Pascual, alumno del IES Padre Moret-Irubide. Almudena Iturri, del Luis Amigó, también empezó el examen con inquietud. “Cuando me he sentado estaba bastante nerviosa, porque además me han puesto en primera fila, pero me ha caído lo que quería así que ha ido todo bien”.

Repasos de última hora

Algunas ojeras delataban algunos repasos de última hora, como comentaba Nieves Argal, de Luis Amigó. “Estaba muy nerviosa y no he podido dormir en toda la noche. Estaba histérica antes de este primer examen y a los siguientes creo que ya voy a ir más tranquila”. David Oyón, del IES Padre Moret-Irubide. bromeaba asegurando que “la noche anterior había estado estudiando hasta tarde”, pero que había dormido “aceptable”. Otros, en cambio, preferían no tocar los apuntes. Es el caso de la alumna de Luis Amigó Inge Antón, que llevaba dos días sin abrir los libros.

En las preguntas, como siempre, no llovió al gusto de todos. Lucía Vaquero, del centro Santa Teresa de Jesús, reconoció haber tenido suerte. “Han preguntado justo lo que yo quería, así que el examen de Lengua me ha ido muy bien”. Su compañera Elisa Laquidáin también se lo esperaba más difícil de lo que había sido. En el lado contrario de la balanza, David Oyón se lamentaba asegurando que se sabía “bastante mejor” otro de los temas de Gabriel García Márquez.

Dificultades por el tiempo

Además, hubo algunos estudiantes que tuvieron dificultades para gestionar la hora y media que dura el examen. Paula Cobo, del centro Santa Teresa de Jesús, señaló que el examen de Lengua no le había salido muy bien. “Aprobar se aprueba pero, como siempre, he perdido mucho el tiempo en la parte de Literatura. He estado como 35 minutos y en el resto he ido muy justa”. Algo parecido le ocurrió a Xabier Vergara, del Padre Moret-Irubide. “Ha sido un examen facilito, pero a mí se me ha hecho corto porque he acabado justo”.

Por último, bastantes estudiantes mostraban su preocupación por llegar a las famosas notas de corte de las carreras que quieren estudiar. David Oyón necesitaba un 11 para cursar INEF en Madrid; Carlos Espejo, en torno a un 8,7 para hacer Ingeniería Industrial en la UPNA; Sara García, un 10,7 para Psicología; Lucía Vaquero, un 12 para el doble grado de Magisterio y Nieves Argal, un 12,4 para estudiar Ingeniería Aeroespacial en Madrid. Mucha suerte a todos.