La Sociedad de Ciencias Aranzadi y el Instituto Navarro de la Memoria del Gobierno de Navarra van a investigar durante todo esta semana la existencia de cinco posibles fosas que alberguen los restos de personas asesinadas durante la Guerra Civil que, según algunos testimonios recogidos en distintas épocas, podrían encontrarse en diversos lugares del término municipal de Tudela. Los trabajos comenzaron este lunes con una excavación en un lugar junto a una pequeña balsa de ganado, cercana a la carretera entre Tudela y Cintruénigo (NA-160) y se espera que continúen durante esta mañana en ese mismo lugar. El resto de los emplazamientos es mejor mantenerlos sin localizar para evitar posibles actuaciones.

Se desconoce la identidad de los cuerpos que se pudieran encontrar, si los hubiera, ni su procedencia, lo que lo hace aún más complicado, si cabe. Hasta Tudela se ha desplazado un equipo de dos personas de Aranzadi y el jefe de la sección de Memoria de la dirección general de Paz, Convivencia y Derechos Humanos del Gobierno de Navarra, Manolo Ibáñez.

La primera fosa

El testimonio del padre de un vecino de Murchante (Jochi Berrozpe) les llevó hasta el primer emplazamiento donde, al parecer, podrían encontrarse entre 8 y 10 cuerpos. Sin embargo, durante el día de ayer los trabajos fueron infructuosos ya que se abrieron alrededor de 10 zanjas sin que se encontrara ningún resto de hueso humano o de antiguas fosas excavadas para albergar cuerpos. Todo parece indicar que cuando hace décadas se excavó en el terreno para crear una balsa de agua para el ganado, con toda la tierra que se movió se pudieron quitar los restos humanos. Sin embargo solo es una hipótesis con la que se trabaja y las labores de búsqueda seguirán durante el día de hoy hasta descartar toda posibilidad.

El origen de la primera localización se remonta a la historia que le contó a Berrozpe su padre. “Un día, cuando ya estaba muy enfermo, me trajo aquí y me situó junto a esta balsa y me dijo, ‘por si me pasa algo, yo vi enterrar en este lugar a unos 8 ó 10 hombres’ y me contó la historia”. La historia es perfectamente imaginable si uno se sitúa en ese lugar y en esa época, donde los fusilamientos en la Ribera eran casi diarios, si no era en una localidad lo hacían en otra, y han sido decenas las fosas que han existido en la Ribera.

Antes de que comenzara la excavación inició la narración del testimonio oral que ha dado inicio a los trabajos de búsqueda de la fosa, casi 85 años después de que se abriera. Situado junto a una pequeña balsa comenzó a indicar y a señalar hacia un montículo, según le asaltan los recuerdos. “Mi padre nació en 1925 y tendría 11 años en 1936. Me contaba cómo vinieron a esta zona a cazar, a poner cepos para coger pájaros, y vieron cómo llegaba una camioneta militar de esa dirección”, señaló hacia Cintruénigo. “Pararon, abrieron una zanja y, escondidos, vieron cómo descargaron entre 8 y 10 cuerpos ya muertos en la fosa que habían abierto. Volvieron a echar la tierra y se volvieron a ir en la misma dirección que vinieron”.

Según explicó ayer Ibáñez, en total son cinco fosas identificadas por testimonios. “La idea es tratar de hacer lo que dé tiempo en esta semana. Tenemos cinco localizaciones y en función del ritmo que llevemos podremos hacer más o menos. Si durante los trabajos se encuentran con restos humanos se paralizarán y o se realizará la exhumación entonces o se dejará para un poco más adelante”.

En cualquier caso, todos los lugares en los que se va a excavar son comunal de Tudela, la mayoría sin cultivar pero en otros coincide que está en barbecho por lo que ha de acometerse antes de septiembre.

En corto

Testimonios. Algunos de los testimonios que han ayudado a fijar las fosas que se excabarán son los siguientes: “Una persona llevaba flores periódicamente a este lugar, especialmente cuando se acercaba el 14 de abril y las dejaba en una estela de la que hoy solo quedan trozos rotos”; “Este lugar se usó como lugar de fusilamiento y vista la distancia de cualquier otro lugar podría indicar que también fue lugar de fosas. Usaban la estructura que existe para realizar los disparos”; “Su padre encontró restos humanos trabajando el campo y lo que parecía una fosa”. Todo puede ayudar a esclarecer tantos asesinatos cuyos cuerpos aún no se han encontrado 86 años después.

La Ribera 1936. Las matanzas en 1936 fueron salvajes: 88 en Corella, 78 en Milagro, 67 en Tudela, 40 en Valtierra, 40 en Ribaforada, 49 en Fitero, 38 en Cortes, 50 en Buñuel o 19 en Monteagudo son algunos ejemplos.