El sindicato EHNE se ha posicionado en contra de la modificación de la orden foral del uso del fuego en suelo no urbanizable para la prevencion de incendios forestales al considerar que las nuevas medidas adoptadas por el Ejecutivo foral “recaen exclusivamente” en el colectivo de agricultores y ganaderos y trabajadores forestales, y que “estigmatiza y castiga más” al sector. En la reunión del Consejo Navarro de Medio Ambiente que se celebró el pasado viernes día 1 de julio, EHNE, junto con UCAN, votó en contra de la modificación de esta orden foral, y el resultado fue de 5 votos a favor, 2 en contra y 5 abstenciones, entre ellas las de la UAGN. “Es cierto que algunos incendios han sido provocados por maquinaria pesada que utilizamos en nuestros trabajos habituales, pero también es cierto que, como agricultores, somos los primeros interesados en que estos episodios no se repitan, pues nos afectan directamente en nuestras cosechas o incluso en la maquinaria, no en vano hemos estado en primera línea para luchar contra el fuego, conocedores como somos del terreno y de la capacidad extintora de dicha maquinaria”.

En este sentido, subrayó que las 2.257 hectáreas de cultivos quemados “van a traer un grave perjuicio económico a los afectados” y que “aunque los cultivos en su gran mayoría están asegurados, la realidad es que los 190 euros por tonelada que pagará Agroseguro no cubren, ni de lejos, los 280-290 euros por tonelada que suponen los costes de producción”. “Ni, por supuesto, el precio de venta, que rondaría los 390 euros por tonelada. Ante esta situación, y viendo que desde el Gobierno de Navarra se prevén ayudas a los municipios, desde el sindicato EHNE pedimos que también se tenga en cuenta a nuestro sector y se formalicen ayudas al sector primario”, manifestó.

Por todo ello, consideró que con esta modificación “se pone la carga de la culpa en las espaldas de los agricultores” ya que las nuevas medidas que se han tomado han girado exclusivamente en torno al colectivo”, y “supondrán un mayor gasto añadido y ningún atisbo de ayudas económicas”.

Además, han advertido de que “se puede dar la circunstancia de un incendio provocado por un tren y otro simultáneo generado por un rayo, lo que haría que se active el plan de emergencias en nivel II y automáticamente tengamos que parar nuestra actividad”. Por otro lado, han remarcado que se pone en marcha un sistema de meteoalertas de temperatura gestionado por AEMET. “Es cierto que debe de haber un parámetro para regular la idoneidad o no de trabajar en situaciones concretas. En alerta amarilla habrá que tomar una serie de nuevas medidas que provocarán que cosechar sea más dificultoso para los agricultores. A nuestro entender, estas medidas se deberían de tomar en aviso naranja, momento en el que, según AEMET, las tareas habituales podrán verse afectadas. Y desde luego, una tarea habitual en verano es cosechar”, han añadido.