La mortalidad general de Navarra se ha disparado en las últimas semanas por dos factores: los fallecidos por coronavirus y, sobre todo, los decesos registrados por la ola de calor que afectó a la Comunidad Foral a mitad de mes. En concreto, en la semana del 11 al 17 de julio –última de la que se disponen datos– se registró un exceso de mortalidad de cerca de medio centenar de defunciones.

Según se detalla en el informe epidemiológico elaborado por Salud Pública, entre el 11 y el 17 de julio se notificaron 156 fallecimientos en Navarra, una cifra “excepcionalmente alta para esta época del año”. Pero ese exceso se debe a las 20 muertes que se registraron por coronavirus y a las cerca de 30 que podrían estar relacionadas con los efectos de la segunda ola de calor que afectó a la Comunidad Foral esa semana. 

Segunda ola de calor A estos 30 decesos, hay que sumar que en la primera ola de calor –a mitad de junio– se registraron 59 casos de patologías asociadas a las altas temperaturas, al menos 12 ingresos –4 en UCI– y 4 fallecimientos, números que estuvieron cerca de doblar la media anual de 34 casos y que sí se multiplican en el caso de fallecimientos, ya que el año pasado solo se registraron 2 por esta causa.

Según los expertos, hay dos tipos de golpes de calor: los que se dan en pacientes de edad avanzada, que suelen tener patologías previas y además suelen tomar fármacos como diuréticos o neurolépticos; y los que se dan entre gente joven que se expone en exceso al calor.