Eduardo Sanz regenta junto a Virginia Cuadrado la papelería Ezkaba en la Txantrea, en la que han hecho un esfuerzo para que los precios no aumentaran en exceso pese a la subida de los costes. “Intentamos que la subida de los precios, sobre todo en el papel, no se note mucho para el consumidor. Es verdad que hemos tenido que subir un poco porque el precio del papel ha aumentado un 30% respecto al año pasado, que es algo bestial. Antes vendíamos el paquete de folios a 4,95 y ahora tenemos que venderlo 2 euros más caro, a 6,95. Sin embargo, hacemos muchas fotocopias y no le aplicamos esa subida al cliente y algunos productos los hemos mantenido como los bolis Bic o Pilot y las pinturas Plastidecor. Son materiales que intentamos que no suban”, explica Sanz.

Sobre la campaña de la vuelta al cole, reconoce que este año ha sido curioso porque ha habido mucho pedido de libros antes de San Fermín. “Parecía que se acababa el mundo antes de las fiestas y ha habido un grupo de gente muy amplio que ha pedido antes los libros de texto y que incluso han aprovechado para coger ya algo de material a principios de julio. Y ahora es cuando hemos empezado a notar la marea de gente que está viniendo a la tienda en los últimos días”.

En cuanto a los productos más demandados, Sanz no observa grandes cambios. “La gente viene a comprar mochilas, cuadernos, estuches y todo tipo de material y a recoger los libros. Cada año cambian un poco los colores y las modas. Este año, está de moda el color pastel degradado o el tema de los unicornios y dragones en los niños más pequeños. Luego, siguen triunfando los clásicos de toda la vida: el boli Bic o el lapicero de punto rojo”.

En cuanto a la compra de libros de texto, no han percibido ningún cambio. “Nosotros vendemos los workbooks o libros de tareas porque en los libros de texto de Primaria y Secundaria existe el tema de la gratuidad y se encargan desde los propios centros. La demanda es todos los años prácticamente la misma”.

Lo que parece claro es que el consumo se ha recuperado después de la covid. “Estamos viendo la misma demanda que el año pasado y más que en 2020. El año de la pandemia con el confinamiento es cuando menos gasto hizo la gente. Algo curioso es que ahora la gente está comprando más calidad para que el material aguante más. No están comprando un bolígrafo malo o un cuaderno de baja calidad. Saben perfectamente que una mochila buena les va a durar dos o tres cursos. Nosotros vendemos producto de calidad y, si compran otra mochila el año que viene, que sea por cambiar de moda, no porque se haya estropeado”, concluye.