En Navarra, uno de cada tres alimentos termina en la basura. Son más de 115.000 toneladas de alimentos las que acaban tirándose, un 42% de las cuales se desperdician directamente en los hogares Así, cada navarro desperdicia anualmente casi 12 kilogramos de comida. En concreto, los alimentos que más se desperdician son las frutas, que en los últimos años han alcanzado cifras en torno a los 7,5 kilogramos por persona y año. Le siguen las verduras y las hortalizas, que superan los 3 kilogramos. El desperdicio del pan fresco, la leche líquida y los derivados lácteos es más bajo, aunque se sitúa alrededor de 1 kilogramo por persona y año.

Así, con el objetivo de reducir los residuos alimentarios, tanto en hogares como en cadenas de producción, se aprobó ayer la Agenda para Reducir el Desperdicio Alimentario 2022-2027. A los pies del Baluarte, en la plaza de la Constitución, Itziar Gómez, consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, explicó en qué consisten las medidas a desarrollar, teniendo como principal meta disminuir en un 50% los residuos alimentarios per cápita en la venta minorista y de los consumidores, y en un 20% a lo largo de las cadenas de producción para 2030 respecto a 2020.

Queremos que Navarra vuelva a ser un referente en esta materia, teniendo en cuenta la importancia de nuestro sector agroalimentario, la presencia de entidades sociales consolidadas, una administración ya comprometida y, especialmente, una ciudadanía activa y consciente de la realidad ambiental”, expresó Gómez. La Agenda para Reducir el Desperdicio Alimentario 2022-2027 es un reto “medioambiental, económico, ético y social”, señaló. Así, para cumplir los objetivos es necesario incidir en medidas como la “planificación de la compra” y los “buenos hábitos”. 

"Queremos que Navarra sea un referente en esta materia, teniendo en cuenta la importancia de nuestro sector agroalimentario"

Itziar Gómez - Consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente

MEDIDAS CONCRETAS 

Para alcanzar las metas fijadas, la Agenda plantea una serie de actuaciones en 6 áreas diferentes: la generación de conocimiento; la sensibilización, formación y divulgación; el fomento de buenas prácticas y el desarrollo de directrices; la colaboración y acuerdos con agentes clave; la adaptación del marco normativo y de fiscalidad; y, por último, la investigación e innovación.

Dentro de esas seis áreas que se establecen, la Agenda fija el desarrollo de 15 actuaciones concretas como son, entre otras, adaptar a la Comunidad Foral los procedimientos metodológicos para la cuantificación de los residuos alimentarios y desperdicio en los distintos eslabones de la cadena alimentaria; promover campañas de sensibilización dirigidas a las personas consumidoras; integrar criterios de reducción del desperdicio alimentario en los pliegos de contratación de servicios de restauración colectiva; o fomentar e impulsar iniciativas desde la investigación y experimentación. 

“Los productos que no consumimos producen un impacto negativo”

– La ONU detalló que en 2021, entre el 8% y el 10% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero se asocian con alimentos que no se consumen. Por otro lado, desde el punto de vista económico, “los productos que no comemos tienen un impacto negativo en ingresos, tanto de los productores como de los consumidores”, manifestó Gómez. 

Incidiendo en la importancia de la concienciación y sensibilización por parte de la ciudadanía navarra, la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente destacó que “todos y todas debemos comprometernos con el cambio climático. No podemos permitirnos que esto se produzca por alimentos que no llegamos a consumir”.

Itziar Gómez advierte sobre las consecuencias ambientales y económicas del desperdicio de comida

Raúl Salanueva, jefe de la Sección de Residuos del Gobierno de Navarra, afirmó que “no planificar la compra nos pasa factura”. A pesar de que los datos en cuanto a desperdicio alimentario son alarmantes, Salanueva aclaró que “Navarra, en comparación con otras comunidades, se encuentra bien posicionada en reducción de residuos. Dentro del conjunto del país, somos de los que mejor lo estamos haciendo, aunque todavía queda trabajo por hacer”. 

Así, escenificando la campaña contra el desperdicio alimentario, una bolsa de basura gigante adorna la plaza de la Constitución de Pamplona, reflejando de esta forma “el coste económico de los alimentos que tiramos después de cada compra” explicó Gómez. La bolsa estará colocada en la plaza del Baluarte en Pamplona los días 2, 3 y 4 de noviembre y en la plaza Francisco de Navarra de Tafalla, los días 5 y 6.