En el Estado español hay un total de 93 personas llamadas Semen. Además, figura como primer apellido de 8 personas, según el buscador de nombres del Instituto Nacional de Estadística (INE). Los que llevan tan curioso nombre residen en Andalucía, Murcia, Comunidad Valenciana y Catalunya. y la edad media es 26,9 años.

Pese a ello, la jueza del Registro Civil de Gasteiz Cristina Rodríguez Ruiz decidió negarse a que unos padres llamaran Hazia (semilla en euskera, aunque también tiene la acepción de semen) a su hija por considerarlo inapropiado y que no constaba en ningún Registro Civil.

El INE tiene 93 hombres registrados como Semen INE

La resolución del Registro explica que el pasado 26 de octubre se advirtió a los padres mediante una providencia de que el nombre que habían elegido no se corresponde con ninguno de los que recoge la Academia de la Lengua Vasca, Euskaltzaindia, y se les requirió que diesen otro a la recién nacida.

Sin embargo, al día siguiente los padres se negaron a firmar y recoger dicha providencia y finalmente ha sido la jueza la que ha denegado inscribir a la menor con ese nombre.

Explica la magistrada que para adoptar esa decisión consultó con Euskaltzaindia, que señaló que "'hazia' es un derivado del verbo 'hazi', que significa criar, mantener, alimentar, nutrir"

La responsable del Registro concluye, en primer lugar, que la Academia de la Lengua Vasca no reconoce 'Hazia' como nombre propio y, en segundo, certifica que la palabra "es un derivado de un verbo" y que "ni siquiera se atreve a aventurar el significado de la palabra en sí".

Connotación sexual

Añade que esa palabra "significa en el euskera usual 'semen'" y que la connotación sexual "es la más habitual, ya que es un sustantivo "que acostumbra a ir unido al verbo 'bota', de forma que 'hazia bota' viene a significar 'eyacular'", señala el auto.

Recuerda además que el nombre tampoco aparece en ningún Registro Civil español y que la legislación dispone que "no podrán imponerse nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona ni los que hagan confusa la identificación".

Por tanto, como la ley dice que el encargado del Registro tiene la obligación legal de imponer un nombre, optó por el de "Zia", que a su juicio "resulta fonética y semánticamente equivalente al inicialmente solicitado -es un nombre en latín con el significado también de 'semilla' o 'grano' entre otras acepciones-, sin connotaciones negativas y registrado en otras ocasiones como nombre propio".