– Todavía se escucha con demasiada frecuencia en la sociedad ese mensaje “ella se lo ha buscado”, mira cómo va vestida, llegó muy tarde y había bebido... La última campaña del INAI trata de romper esa doble victimización de la mujer agredida. Juicios machistas que, por cierto, también están calando en un tipo de la violencia política, lo estamos viendo en los ataques de Vox a la Ministra de Igualdad...

–Demasiado, solo hay que poner atención y nos sorprenderemos de todas las veces que cotidianamente, en el trabajo, en la compra, en el transporte público, en nuestro tiempo de ocio, en los medios de comunicación, etcétera, podemos escuchar comentarios de este tipo, comentarios machistas que juzgan a las mujeres. Incluso si nos miramos cada quien con espíritu crítico feminista tenemos que reconocer que el machismo estructural en el que vivimos lo tenemos más interiorizado de lo que nos gustaría. Solamente tenemos que ver lo que ocurrió el miércoles en la tribuna del Congreso, la intervención de la diputada de VOX fue una expresión de la violencia machista contra la Ministra de Igualdad, es algo muy grave que esto ocurra precisamente en ese espacio, donde reside la soberanía de la ciudadanía.

La Ley del Solo el Sí es Sí está generando más que polémica dada la reducción de penas....

–Es una normativa fruto precisamente de las demandas del movimiento feminista, en este tema de la violencia sexual contra las mujeres no ha existido debate, todo lo contrario, es precisamente una cuestión que ha puesto en la agenda política el feminismo de la cuarta ola. Abordar la violencia sexual es complejo, entiendo la preocupación de las víctimas y de la ciudadanía. Sin embargo, considero que todavía tenemos que esperar a que se unifique la jurisprudencia y se pronuncie el Tribunal Supremo. 

Se pone el acento en la respuesta represiva al agresor pero ¿es importante también abordar esta lucha desde la prevención?

–Quienes hemos trabajado en aportaciones a esa ley, y así lo han hecho también todos los organismos de igualdad de las distintas Comunidades Autónomas, hemos estado centradas precisamente en las herramientas de prevención y atención de las víctimas, como pueden ser los futuros Centros de Crisis 24 horas, que van a estar presentes en todas las provincias del Estado. Además, viene a llenar el vacío que estábamos cuestionando las distintas administraciones y el propio movimiento feminista, las carencias de la Ley Orgánica de 2004, referida solo a los casos de violencia de pareja o expareja, lo que conocemos como violencia de género, fundamental en el momento en el que se aprobó, pero precisamente dejando fuera a otros casos de violencia contra las mujeres, en este caso la sexual. Todos los recursos públicos especializados que se ponen a disposición de las víctimas supervivientes de la violencia de género con la Ley del Solo el Si es Si se garantizan también en la violencia sexual.

Aumentan las denuncias de chicas muy jóvenes, ¿los datos nos están indicando que se denuncian más casos, que también hay más violencia, o ambas cosas?

–Son ambas cosas, como ya he señalado antes la violencia contra las mujeres, en todas sus formas, es un problema social muy complejo. Por un lado, las mujeres jóvenes identifican la violencia y se sienten amparadas para denunciar. Por otro, el patriarcado reacciona a los avances de los derechos de las mujeres y así aparecen discursos negacionistas que, por desgracia, calan en una parte de los chicos jóvenes que muchas veces confunden, al igual que los adultos, la pérdida de los privilegios que les otorga el machismo estructural de la sociedad en la que vivimos como una pérdida de derechos, y esto no es así. Todavía no existe una igualdad efectiva y real entre mujeres y hombres y, mientras no la alcancemos, los varones seguirán estando privilegiados en nuestra sociedad, aunque en ocasiones les cueste asumirlo porque tener privilegios no quiere decir que tengan una vida fácil, pero siempre será mejor que la de la mujer que tengan a su lado.

¿Salir de la pandemia y entrar en una nueva crisis nos obliga a revisar de nuevo todas las políticas de igualdad que hay que reforzar?

–Si de algo estoy satisfecha, precisamente, y sabiendo todo lo que queda por hacer, es que esta crisis tan tremenda, a todos los niveles, si ha tenido otras salidas diferentes a crisis anteriores. Está claro que toda situación de crisis afecta más a quien más vulnerable está, y ahí siempre podemos ver a las mujeres. Es por ello que hablamos de feminización de la pobreza, una realidad que se acentúa en estos contextos. Pero sí que podemos afirmar que lejos de reducir presupuestos en políticas de igualdad se han ido aumentando, y la apuesta por integrar la perspectiva de género en los planes y propuestas para salir de esta situación ha sido clara y palpable. 

Las jóvenes tienen mayor conciencia ante la violencia de género pero las reacciones machistas son cada vez más tempranas, ¿qué está pasando? Normalizar los celos o mirar el móvil de tu pareja sigue siendo habitual a la vez que crecen los casos de ciberacoso....

–La violencia contra las mujeres se da en todas las edades, pero sí que tiene mecanismos y expresiones diferentes. Las reacciones machistas más tempranas tienen que ver también con el tipo de socialización que se da ahora ente la gente más joven, y con una cuestión determinante que antes no había, internet y las redes sociales. Todo se amplífica, se magnifica, aumenta la facilidad de control, de ejercer el poder de los hombres sobre las mujeres, que es la base de la violencia contra las mujeres. Es por ello fundamental que quienes de una manera u otra intervenimos en la prevención y la atención de esta violencia en las jóvenes conozcamos las claves que están actuando hoy en día en toda esta situación. Por ello el INAI ya ha desarrollado hace muy poco las segundas jornadas sobre ciberacoso, enfocadas precisamente a profesionales para poder abordarla mejor. Además, hay que seguir apostando por la coeducación, en Navarra contamos con una herramienta fundamental para hacerlo, SKOLAE, que va creciendo y ampliándose por todo el territorio. Tenemos pendiente incidir de una manera más directa en la educación no formal, en todas esas actividades extraescolares y de ocio que realizan las niñas y niños, porque ahí también se está educando y en muchas ocasiones no desde la igualdad, al revés, se siguen manteniendo y reforzando los estereotipos en la vida cotidiana.

¿Hemos empoderado suficientemente a hombres y mujeres en materia de igualdad?

–Estamos viendo avances en colegios e institutos. Las brechas de género, todavía, siguen explicitando las desigualdades que afectan a las mujeres en todos los ámbitos. Desde aquí es desde donde estamos trabajando en programas concretos definidos por el Gobierno de Navarra a través del INAI, ofreciendo espacios a otros hombres que quieren vivir masculinidades igualitarias, desde un enfoque feminista, por justicia y mejorar la calidad de vida de todas las personas.

¿Donde debemos incidir más?

–El INAI tiene cinco principales líneas estratégicas la transversalidad de las políticas de igualdad en el Gobierno de Navarra, la Estrategia de Igualdad en el ámbito Local, la mejora de prevención y atención de todas las violencias contra las mujeres, los Pactos Foral y Locales por los Cuidados y los distintos programas de empoderamiento para las mujeres. Todas ellas emanan de la Ley Foral de Igualdad entre mujeres y hombres de 2019 y todas ellas son fundamentales para avanzar en la Igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, así como para acabar con todas las violencias contra las mujeres que se recogen en nuestra Ley Foral. Tenemos que continuar e incidir en todas ellas, porque resulta imprescindible la continuidad en todas estas líneas de trabajo. 

Un discurso peligroso desde las filas de la ultra derecha trata de negar que la violencia que sufren las mujeres tenga que ver con desigualdades de género. ¿Puede prender mucho más si no se contrarresta?

–Esa reacción de la ultraderecha, esa negación, es producto de que hemos puesto nombre al problema, desarrollado normativa y recursos especializados integrales, tenemos muchísimos datos que evidencian la violencia contra las mujeres y herramientas para poder trabajar por erradicar este tipo de violencias. Sabemos también la importancia que tiene la capacitación formativa de quienes somos responsables de las políticas públicas y la sensibilización ciudadana para mandar un mensaje muy claro, de solidaridad con las mujeres en situaciones de violencia y tolerancia cero hacia los hombres que la ejercen. También quieren negar la utilidad de las políticas públicas de igualdad, porque son conscientes de que realmente son eficaces y están ayudando a conseguir avances. Todos estos avances y el compromiso que a día de hoy tenemos se lo debemos al feminismo, un movimiento teórico, político y filosófico de más de 300 años, que ha contribuido a realizar importantes cambios en las políticas públicas para avanzar en igualdad.