“La vacuna contra el coronavirus reduce en un 30% las probabilidades de desarrollar un covid persistente”, asegura la facultativa de medicina interna y coordinadora del registro de covid persistente en Navarra, Patricia Fanlo. Según detalla, estudios recientes a nivel mundial han demostrado que estar vacunado reduce las probabilidades de desarrollar covid persistente, así como de desarrollar formas graves de la enfermedad.

De esta manera, la vacunación y el nuevo escenario de escaso impacto de la pandemia han provocado un descenso de los casos de covid persistente que se han registrado en Navarra en los últimos meses. “En marzo teníamos registrados 220 casos y desde entonces habremos detectado 50, por lo que ahora estamos en unos 280 casos en Navarra”, apunta Fanlo, que matiza que pese al descenso de nuevos diagnósticos “todavía seguimos viendo a pacientes que arrastran un covid persistente desde hace más de año y medio”.  

En lo relativo al perfil de los pacientes, la coordinadora del registro de covid persistente destaca que no ha variado en los últimos meses: “El perfil sigue siendo el de una mujer de mediana edad. Un 60% de las personas que padecen covid persistente son mujeres, la mayoría entre los 40 y los 50 años”. Sin embargo, todavía no se sabe por qué afecta más a mujeres que a hombres, cuando precisamente la covid-19 tiene una mayor prevalencia entre los varones: “Es algo que aún no podemos determinar pero ya se está empezando a investigar los perfiles de las personas con covid persistente”.

Año y medio de registro

En concreto, el registro de covid persistente de Navarra es un servicio que se abrió en marzo de 2021, un año después del inicio de la pandemia para dar una atención específica a las personas con covid persistente –o long covid, por su nombre en inglés–. Se trata de una dolencia que no es una enfermedad en sí misma sino el mantenimiento de los síntomas que provoca el coronavirus más de tres meses después del diagnóstico. Entre las secuelas más habituales se encuentran las dolencias pulmonares, anosmia (pérdida del olfato y el gusto, aunque en menor medida con ómicron), cansancio, dolor muscular y de cabeza y pérdida de memoria o nieblas mentales.

“La recuperación del covid persistente es muy variable. Tenemos pacientes que lo han superado en menos de 6 meses y otros que llevan año y medio”, señala Fanlo, que detalla que a los pacientes con covid persistente se les hace rehabilitación cognitiva, física, respiratoria, etc., ya que no existe una cura, sino que esta llega a través de la rehabilitación.