Los vecinos de Iturrama pudieron escuchar ayer sirenas de coches de Policía y el ruido de varios cláxones. Y, ciertamente, el ruido provenía de vehículos oficiales de la Policía Nacional, pero los causantes del sonido no eran los agentes, sino algunos niños que, durante la mañana de ayer, dejaron a un lado el hospital para convertirse en agentes de policía.

La iniciativa solidaria En tus manos una sonrisa, de la Jefatura Superior de Policía de Navarra en la que 1.230 niños y niñas de edades comprendidas entre 6 y 12 años pertenecientes a trece colegios de la Comunidad Foral han realizado manualidades que tienen como destino otros niños y niñas que prácticamente viven en hospitales, a personas enfermas y a mayores, que viven en una situación de soledad no deseada

Los colegios Liceo Monjardín, Luís Amigó, Miravalles-El Redín, Calasanz Escolapios, San Cernin, San Juan de la Cadena, Irabia-Izaga, Dominicas, Azpilagaña, Jesuitinas, Vázquez de Mella-Bayonne, Griseras y Monte San Julián fueron los centros que forman parte de este proyecto que busca unir el entorno educativo con el Hospital Universitario de Navarra, la Clínica Universidad de Navarra, el Hospital Reina Sofía de Tudela y la Cruz Roja de Navarra-Espacio Activo, que son las entidades colaboradoras que recibirán y repartirán las obras. “Los niños se han volcado realmente con esta iniciativa. Han trabajado con mucha ilusión, consiguiendo obras con mucha calidad”, explicó la portavoz de la Policía Nacional en Navarra, Yolanda Pérez. 

El acto tuvo lugar en el interior de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, donde en unos expositores, los niños enfermos y personas mayores pudieron observar algunas de las manualidades, para luego, cada uno de ellos, recibir en un paquete una creación para ellos. En el acto participaron numerosos policías y profesionales de la Clínica Universidad de Navarra, incluidos el jefe superior de Policía de Navarra, el comisario principal José María Borja Moreno, y el director general de la Clínica Universidad de Navarra, Joseba Campos Capelastegui. 

Cambio de aires

Una vez llegaron los niños a la explanada frente a la facultad, se encontraron con un grupo de policías que no solo les explicaron su labor de forma amena, sino que también les permitieron subirse a los coches policía y furgones que habían aparcado ahí. Así, los niños pudieron olvidarse por un rato de su condición médica y disfrutar de la experiencia pulsando al cláxon o viendo el equipamiento con el que trabajan los agentes. 

Con posterioridad, los pacientes, tanto los menores como los mayores recibieron las manualidades en el interior de la facultad, donde estaban expuestas no solo algunas de las creaciones que otros niños navarros de la iniciativa En tus manos una sonrisa hicieron, sino también puestos específicos de la Policía, como la Científica o la Marítima, donde explicaron su labor a los pequeños. 

“Los niños vienen a estar con nosotros en una jornada para divertirse, jugar un poco, olvidarse de la situación que tienen; subirse a un coche policía, dar al cláxon, ver los uniformes, bueno, a pasar un día diferente a lo que viven”, explicó Pérez. Aparte de los menores, un total de 194 adultos recibieron las manualidades hechas con cariño por parte los escolares navarros