El profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra Pedro Blanco, experto en el trabajo teológico de Benedicto XVI, de quien ha escrito una biografía, ha destacado la "teología potente" que deja el papa emérito, fallecido este sábado en Roma los 95 años.

"Nos deja una teología potente, que es una síntesis de la mejor teología alemana del siglo XX e incluso europea podríamos decir, porque él bebe mucho en lo francés", ha explicado Blanco.

La teología de Benedicto XVI, ha afirmado, "bebe en los orígenes, sobre todo en la Escritura, en los escritos de los primeros cristianos y de los Padres de la Iglesia", entre otras fuentes.

Sin embargo, ha agregado, está "profundamente actualizada con las enseñanzas del Concilio Vaticano II, que él vivió en primerísima persona y después con la experiencia pastoral que él tuvo como arzobispo, como prefecto, como papa y después como para emérito".

De esta forma, ha señalado, "la teoría tiene una confrontación práctica inmediata y eso le da un valor muy especial, un realismo que quizá otros sistemas teóricos no tienen".

La unión entre verdad y amor

Del legado teológico del papa emérito, Blanco ha subrayado tres ejes, el primero de ellos la síntesis entre fe y razón, "que es un tema de larga historia en el cristianismo".

"Una razón de tipo técnico, instrumental, matemático, puede incurrir en errores tan terribles como Auschwitz, Hiroshima o Chernobil, mientras que la religión también puede cometer sus errores cayendo en el fanatismo y el fundamentalismo. En ese sentido, pueden completarse recíprocamente", ha dicho.

Además, ha comentado, "una cosa que él repite continuamente es la unión entre verdad y amor, es como un mantra que recorre todo su pontificado".

"Benedicto XVI explica que el amor sin verdad puede caer en la arbitrariedad o en el puro sentimentalismo, mientras que la verdad sin amor es una verdad dura, un poco cruel, y también es necesaria esa complementariedad"

Pedro Blanco - Profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra

Benedicto XVI "lo explica diciendo que el amor sin verdad puede caer en la arbitrariedad o en el puro sentimentalismo, mientras que la verdad sin amor es una verdad dura, un poco cruel, y también es necesaria esa complementariedad", ha resumido Blanco.

El tercer pilar de su legado teológico, ha agregado, es la unidad entre Cristo y la Iglesia: "Hay gente que dice, Cristo sí, pero la Iglesia, los curas, los sacramentos, no. Pero Cristo está siempre en el centro y la Iglesia es como el halo que está alrededor de ese núcleo".

Renuncia al Papado "coherente"

Blanco ha reconocido que la renuncia de Benedicto XVI al papado le sorprendió "muchísimo" y no se lo esperaba "en absoluto", pero "luego pensando entendí que es coherente, tiene sentido, porque él entendía el ministerio como un servicio, no como un instrumento de poder".

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Benedicto XVI, ha considerado Blanco, accedió al cargo pensando: "Yo estoy como papa unos años, inicio una reforma, tanto en el tema de los abusos como de la reforma financiera, y después le paso el testigo a otro y que siga él".

"Pensándolo, entiendo que es coherente con su forma de ser y su forma de pensar", ha concluido.