España cerró 2022 con 71.177 operadores de drones registrados en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), casi el doble que el periodo anterior, 1.027 de ellos en Navarra, que es la segunda comunidad con menos aparatos, solo por delante de La Rioja (529). La entrada en vigor de la nueva normativa europea de UAS, vigente desde enero de 2021, ha supuesto que casi se duplique el número de operadores registrados en AESA en comparación con 2021, explicó el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Esta norma afecta a todos los drones, independientemente de su uso recreativo o profesional o de su tamaño y peso. Además, se requiere el registro como operador si se cumplen una serie de requisitos y declarar la aeronave si se vuela en la categoría de riesgo medio. La evolución de este sector está siendo tan favorable, no solo por el registro obligatorio de los operadores recreativos, dispuesto en la nueva normativa, sino por la dinamización que ha producido esta regulación debido a su mayor flexibilidad.

Los dos años de vigencia que lleva el actual reglamento de UAS ha supuesto un punto de inflexión para impulsar el sector, anteriormente regulado en 2018 por una norma que solo exigía el registro de los operadores profesionales.