Equipados con banderas, pancartas y la mejor de sus sonrisas, alumnos, profesores y familias de los colegios Escolapios de Pamplona han vestido esta mañana las calles de alegría. Bajo el lema Una voz, un millón de cambios, el tradicional mes de la Caminhada ha finalizado con cientos de navarros reunidos en la plaza de los Burgos por una misma causa: la celebración de la diversidad cultural.

Como cada año, a lo largo del mes de marzo, desde la Fundación Itaka-Escolapios se ha desarrollado el proyecto de la Caminhada junto a los centros escolares La Compasión-Escolapios y Calasanz-Escolapios. En su 26ª edición, esta iniciativa busca hacer realidad historias, sueños y proyectos generando vínculos con diferentes países. Con esta campaña se pretende dar a conocer la labor educativa y transformadora de siete propuestas de educación no formal orientadas tanto a menores como a adultos: la acogida de personas desplazadas en Camerún, la inserción laboral en Venezuela, ayudas a personas internadas en Indonesia, India, Senegal y Bolivia, y programas de acogida y alfabetización de migrantes en el conjunto del país.

SOLIDARIDAD

Javier San Martín, profesor en el centro La Compasión-Escolapios y director del proyecto, ha señalado que, en el colegio, “marzo es un mes dedicado a la solidaridad”. Con talleres, actividades y concursos, alumnos y profesores han creado una “red solidaria” en la que han participado alrededor de mil personas.

En la plaza de los Burgos, alumnado de secundaria ha hecho vibrar las calles con un baile. También los más pequeños han querido participar tocando sus tambores y animando a todos aquellos que deseaban disfrutar del evento. “En Pamplona estas jornadas ya están muy consolidadas, la gente sabe lo que es la Caminhada y se anima a participar”, ha indicado San Martín.

EL ORIGEN

La Caminhada nació hace 26 años con el objetivo de ayudar a los que más lo necesitan. La primera edición destinó la recaudación de fondos a Brasil. “Caminhada era el movimiento de las personas sin tierra allí, y decidimos establecer esa nomenclatura”, ha explicado el director del proyecto. El año pasado recaudaron 30.000 euros y este año “las expectativas son parecidas”, expresó San Martín.

También antiguos alumnos han colaborado en la iniciativa como voluntarios. Ha sido el caso de Jon Villanueva, Iker Sanz, Asier Yaniz y Sergio Bonilla, que actualmente son estudiantes universitarios. “Hay que celebrar la diversidad cultural. Hay que ayudar un poco, que no nos cuesta nada”, ha destacado Villanueva. Los cuatro amigos, disfrazados cada uno de un país diferente, han disfrutado de la jornada y han comentado, entre carcajadas, que “el mes de marzo siempre es más entretenido gracias a la Caminhada”.