En muchas ocasiones, un niño o niña no piensa en la disponibilidad de su padre o madre, no es que tenga indiferencia sino que no se plantea la duda, es obvio que están allí para ayudarle. Así mismo, el ciudadano también da por sentadas muchas cosas en la sociedad, como es el caso de las bolsas de sangre. Si alguien necesita una transfusión de sangre, no pone en duda que los médicos la puedan conseguir o no, solo “la piden” sin preguntase nada más, pero la sangre viene de algún sitio. Esta mañana, Adona (Asociación de Donantes de Sangre de Navarra) ha puesto rostro y ha homenajeado a todos aquellos y aquellas que, altruistamente, deciden donar sangre, aún sin saber a quién ira destinada.
En la sala principal del Baluarte, el presidente de Adona, Antón Zubasti; la vicepresidenta de la misma entidad. Susana Pardo; el presidente del Parlamento de Navarra, Unai Hualde; y la consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, han reconocido y han entregado una insignia a los 146 donantes que alcanzaron las 50 donaciones, los 40 que llegaron a las 100 y, por último, a los nueve héroes que lograron superar las 150.
Las donaciones son un pilar invisible pero necesario para la sociedad, “un acto generoso y social que nos tiene que implicar a todos, en la medida de nuestras posibilidades, ya sea donando, promoviendo la donación o participando de ella en otros modos”, ha explicado Zubasti.
Porque “gran parte del sistema sanitario depende de la voluntad de mucha gente”, el presidente de Adona no solo ha agradecido el esfuerzo de los presentes sino que también ha pedido seguir involucrando a muchos más.
Así, ha destacado la importancia de todos los eslabones de la cadena de la donación, tras recordar que “es un acto de generosidad que se transmite como una apreciada herencia generación tras generación y se alimenta del esfuerzo de todos y todas por implicar a más gente en la creación de una cadena sin fin, un tejido social vivo y comprometido”.
Nuevos donantes
Así, no solo es necesario donar sino también mantener un activa una red de donantes para que, cuando algunos lleguen a los 65 años y no puedan continuar ofreciendo sangre, los jóvenes tomen su lugar y fortalezcan un relevo generacional.
En este sentido, según los datos que ha ofrecido Induráin, 1.704 donantes son nuevos en 2022, es decir, de las 13.052 personas que donaron sangre el año pasado, alcanzando la cifra de las 33.347 donaciones, el 6,31% lo hizo por primera vez.
Además, el número de donantes menores de 35 años creció, pasando del 27,8% del total de 2021 al 29,5% del año pasado, garantizando así un tejido social vivo. La consejera ha afirmado que dicho crecimiento se produce especialmente “gracias a la incorporación de mujeres donantes, datos todos ellos esperanzadores”.
Tal aumento de donaciones femenina se ve reflejado en el incremento desde 2019, donde el 54% de los donantes entre 18 y 20 años era mujer, y el 2022, donde la cifra subió hasta el 64%. A este respecto, Induráin ha observado que “somos mucho más fuertes sin compartimos el esfuerzo".
Por otra parte, la consejera ha querido agradecer a Adona por el acto realizado en el Baluarte, un ejemplo “en el que se evidencia el potente músculo solidario de nuestra comunidad, personificado en este grupo de donantes”, porque el hecho de donar “es una fuente de vida pilar esencial para el funcionamiento de nuestra sociedad”.
Adona
La organización que permite que miles de navarros contribuyan con la donación de sangre es Adona, una asociación constituida en 1957 y que en la actualidad está conformada por miles de personas comprometidas con la donación de sangre en Navarra. La conforman los 11 miembros de la Junta Directiva, 80 delegados que incentivan la actividad en localidades de toda la geografía foral, los profesionales que trabajan en la gestión de la Asociación y todos los donantes registrados, de los cuales, más de 25.000 están en activo.
Más de 150 donaciones
La donación de sangre es un acto que se puede realizar hasta cuatro veces al año, un acción tan sencilla para la cual solo es necesario cumplir tres requisitos: tener entre 18 y 64 años, gozar de buen estado general de salud y pesar más de 50 kilogramos. Por ello, es tan sorprendente y requiere del reconocimiento obtenido ayer, no solo que haya personas que donó más de 50, o incluso más de 100 veces, sino que también haya personas que, durante su vida, donaron en más de 150 ocasiones.
Cruz Sola Esparza, procedente de la localidad de Puente la Reina, se encuentra dentro de este grupo selecto y ha señalado cómo “me alegro de estar aquí”. Así, también ha explicado que donar sangre le viene bien para su salud. Otro caso se encuentra en Joaquin Esnoz Larrey, residente en Pamplona, que ha relatado que la donación se basa en que “si puedes dar es porque alguien puede recibir dicha sangre”, y así salvarse.
Por tanto, aunque también ha observado que la donación le ayuda personalmente, “lo hago pensando en los demás y por la satisfacción de ayudar a alguien, que puede que sea un amigo tuyo o un desconocido”.
Toda una vida de solidaridad
Existen varias formas de ayudar a gente que lo necesita, una de ellas es donar sangre. Así, Francisco Javier Yoldi, que ha donado más de 150 veces, ha afirmado que una de las razones por las que dona es porque “es una manera de ayudar a gente que le hace falta. Alguna vez me podrá hacer falta a mí, y quién me va a dar sangre”. En este sentido, a Yoldi no le importa tener que venir desde la localidad de Villamayor de Monjardín, lugar donde vive y a 48,5 kilómetros de Pamplona, cada vez que dona, o tener que continuar con la jornada laboral, “después de donar claro que voy al trabajo”. El donante ha comentado que se trata de una acción muy sencilla, nada problemática, pero que sirve mucho, “llevo donando sangre desde los 30 años” y es algo que invita al resto de navarros a hacer, principalmente a los jóvenes. Sin embargo, no sabe cómo promocionar esta acción para que los más jóvenes se animen a contribuir en una cadena de solidaridad tan necesaria para el sistema sanitario.
