Los rescatados tras el naufragio de un pesquero que se hundió el miércoles en el mar Jónico -causando al menos 78 muertos y cientos de desaparecidos- describen un clima de terror impuesto por los traficantes de personas a cargo de la embarcación.

En uno de los testimonios, recogido por la televisión privada SKAI, uno de los rescatados relata cómo uno de los traficantes “pedía dinero y tenía una barra para aterrorizar” a los pasajeros. Los testimonios de los supervivientes condujeron a las autoridades a detener el miércoles a nueve hombres de nacionalidad egipcia de entre los rescatados.

Los detenidos afrontan cargos de formar una organización criminal para el tráfico ilícito de inmigrantes, causar un naufragio y poner vidas en peligro. Hoy prestarán testimonio ante la fiscalía de la ciudad de Kalamata.

“Viajabamos durante cuatro días, nos dieron poca comida y agua sucia. Calculo que había unas 700 personas viajando en el barco”, señala Hasan, un sirio de 23 años, en un testimonio recogido por el diario Kathimerini. Según relatan los supervivientes, en la abarrotada embarcación viajaban muchas mujeres y niños, a los que los traficantes habían situado en las bodegas del barco.

“A mi mujer y a mis hijos los pusieron en las bodegas”, señala Rana, un paquistaní de 24 años, que coincide con Hasan en su estimación de que unas 700 personas se encontraban a bordo del pesquero.

Todos los 104 rescatados son hombres, ocho de ellos menores de edad.

Los supervivientes han sido trasladados al centro cerrado de Malakasa, a las afueras de Atenas, para ser identificados y desde donde podrán solicitar asilo.

Según los testimonios, el motor del pesquero había empezado a tener problemas desde el segundo día del viaje y la madrugada del miércoles, “el barco empezó a hacer agua”, según Rana. Los migrantes se trasladaron entonces al otro lado de la embarcación, donde no había ninguna vía de agua, “lo que provocó que esta zozobrara y volcara”, asegura.