Roban dos días seguidos el mismo bar en Los Arcos

“Bar con dos puertas malo es de guardar”, debieron pensar los ladrones que rompieron el bombín de una de las dos puertas del bar Mavi de Los Arcos la madrugada del miércoles. Lo que nadie se esperaba es que lo hicieran también un día más tarde para llevarse parte de un botín que se había quedado en el día anterior. El primer día “no sabemos la hora a la que entraron pero ayer los hicieron a las 2.15 de la madrugada”, comentaba Mikel Ganuza, este joven propietario del Mavi, un céntrico establecimiento hostelero ubicado en el cruce de la carretera de Vitoria a Sesma y la antigua Nacional 111 que cruzaba de Este a Oeste la localidad.

El primer día los ladrones entraron por la puerta de la terraza forzando la cerradura “me quedé con ella en la mano”. Una vez dentro cogieron el cajón de la máquina registradora donde había alrededor de unos 400 euros en cambios y “reventaron” la máquina del tabaco. “Tuvieron que hacer todo muy rápido y de malas maneras porque cuando llegamos, el suelo estaba lleno de monedas de la maquina del tabaco que habían forzado”, aseguró Ganuza.

Con todo, esa noche nadie vio nada y solo una chica que trabaja en la limpieza escuchó una alarma a eso las cinco de la mañana “pero no sabemos si era la nuestra porque pensamos que no funcionó”.

Una vez repuestos del susto del miércoles, la sorpresa llegó unas horas más tarde cuando a las 2.15 de la madrugada del jueves, un fuerte golpe llamó la atención de un vecino cercano. “Todo fue muy rápido porque golpearon creemos que con la base de una sombrilla el cristal de la puesta principal y accedieron al interior del bar. El objetivo: la máquina tragaperras que el día anterior se había quedado sin abrir. También actuaron de manera precipitada “el suelo estaba de nuevo lleno de monedas esparcidas”. Lo cierto es que los ladrones que algunos vecinos aseguraron que “se fueron en un Opel Astra y que incluso fueron "perseguidos por la Guardia Civil por la A-12”; lograron llevarse parte de la recaudación de la máquina utilizando apenas 40 segundos. “Para cuando el vecino que los vio pudo llamar a la policía, los ladrones ya se estaban yendo”, aseguraba Mikel mientras ponía cafés y pintxos a sus clientes habituales y a otros pasajeros que a diario paran en el Mavi. Por la forma en la que han actuado, estamos casi seguros de que han sido los mismos que han vuelto a por lo que vieron el día anterior”.

Del segundo de los robos, el vecino pudo ver el coche y también la figura de un encapuchado, pero en ambas acciones queda la duda de si llegó a sonar la alarma “yo creo que no ha sonado porque lo hubieran oído mucha gente por lo que es posible que los ladrones llevaran algún tipo de inhibidor o algo así”, aseguro Ganuza.

Con todo, hace casi una década que el Mavi no registraba robos. “Yo era un crío la última vez que robaron en el bar y se llevaron toda la máquina tragaperras pero esta misma semana lo habíamos dicho que hacía mucho que no nos robaban”. Un mal presagio por el que, a pesar de las dos puertas del bar, ahora toca que no vuelvan a entrar a a robar al Mavi por lo menos en 20 años.