El Ayuntamiento de Donostia ha informado de que se ha prohibido el baño en la playa de Zurriola después de que esta mañana se hayan registrado siete picaduras de carabela portuguesa. La presencia de esta especie en las aguas de la costa guipuzcoana está provocando verdaderos quebraderos de cabeza a los socorristas desde que el pasado domingo tres personas fueran atendidas en Donostia, dos en Ondarreta y una tercera en la Isla, por la dolorosa picadura de la carabela.

Desde entonces, la presencia de estos ejemplares, cuyo nombre científico es Physalia physalis, y que recibe también otros nombres como fragata portuguesa, aguaviva o botella azul, por su curiosa forma que recuerda a una vela y sus llamativos colores, ha sido constante aunque mínima en otros arenales como Zarautz. Sin embargo, si a primera hora de la mañana el alcalde de Donostia, Eneko Goia, hablaba de normalidad y mencionaba que solo se habían hallado dos ejemplares muertos, uno en la Zurriola y otro en la Isla, pasado el mediodía el Ayuntamiento advertía de que los socorristas de BPX Port, que vigilan la playa de Gros, habían puesto bandera roja que impide el baño después de haber atendido siete picaduras de carabela portuguesa.

También conocida como falsa medusa, porque en realidad es un hidrozzo sifonóforo (una especie colonial), el peligro reside en sus largos tentáculos que permanecen escondidos bajo el agua y cuyo veneno tiene consecuencias neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas.

Problema con las escuelas de surf

La instalación de la bandera roja en la Zurriola también ha conllevado un problema inesperado, ya que, según han señalado desde el Ayuntamiento, cuando los socorristas han procedido a desalojar a los bañistas para evitar que más personas se vieran afectadas por las picaduras, algunos monitores de las escuelas de surf que durante estos días imparten clases en la playa han hecho oídos sordos a los avisos de los socorristas. Según el Consistorio, estos "se resistían a salir del agua". Por eso, el Ayuntamiento ha advertido que si persistían en su actitud, el siguiente paso sería avisar a la Guardia Municipal.