“La Organización Mundial de la Salud y todos los agentes de salud recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses” de vida del bebé, pero “nos encontramos con políticas laborales o ayudas que se reducen a las 16 primeras semanas”. La presidenta de Amagintza, grupo de apoyo a la lactancia y la maternidad de Navarra, pone así en evidencia lo que considera una “contradicción” y reclama que el permiso por maternidad se amplíe, como mínimo, hasta los 6 meses para fomentar la lactancia materna.

Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia, cuyo lema de este año es Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!, Usua Purroy Bermejo sostiene que “tenemos un permiso de 16 meses que no es suficiente, ni cumple con las necesidades básicas de un bebé, que en principio son amamantados hasta los seis meses”. Esta alimentación, como apunta, “se complementa después con otro tipo de alimentos”, pero el menor “realmente necesita a su figura de referencia, que suele ser la madre, durante los dos primeros años de vida”. Por ello, considera que el permiso mínimo debe ser de 6 meses, aunque “lo ideal sería llegar hasta los 18 meses o 2 años, como hay en otros países europeos, donde se ha visto que es una política que sí ayuda al establecimiento y al mantenimiento de la lactancia”. 

Porque cualquier tipo de lactancia, argumenta la presidenta, “es alimento pero es muchas otras cosas más que necesitan las criaturas: apego, vínculo, seguridad, ayuda en el desarrollo neurológico, permite fomentar la autoestima... En el caso de la lactancia materna es más claro, pero si la progenitora decide una lactancia artificial estaríamos en lo mismo”. No obstante, Amagintza también reclama para las madres que no están trabajando, porque por ejemplo han sido despedidas o no se les ha renovado el contrato, una prestación económica para que puedan seguir criando a su hijo o hija. 

Acabar con los mitos de la lactancia materna

Respecto al hecho de que la principal causa de abandono de la lactancia materna es la creencia de que el niño o la niña “no está suficientemente bien alimentado”, Purroy hace un llamamiento a desterrar muchos de los mitos que aún “colean” desde la irrupción de la leche artificial, que contó “con mucha publicidad e interés por parte de las grandes industrias”. Entre ellos, cita “que la leche materna se acaba, que no tenemos suficiente, que es mala o puede serlo... Aún hay mitos en torno a todo eso que hay que ir eliminando”.

“Cuando hay una dificultad en la lactancia, sea la que sea, hay que buscar la razón y normalmente hay una explicación para ello”.

Usua Purroy Bermejo - Presidenta de Amagintza

Usua Purroy afirma que “cuando hay una dificultad en la lactancia, sea la que sea, hay que buscar la razón y normalmente hay una explicación para ello”. A su juicio, “falta aún esa información o formación en las madres. Somos mamíferas, somos capaces de amamantar a nuestras criaturas, estamos diseñadas para ello y, si hay alguna dificultad, que puede haberlas, es que está pasando algo”. Por ello, para encontrar la causa de ese dolor, de esa grieta, de la dificultad que puedan tener con el peso... y resolverlo, recomienda acudir “a los profesionales de referencia, principalmente las matronas, pero también pediatras, enfermeras de pediatría...”. Porque, como concluye la presidenta de Amagintza, es necesario una buena red de apoyo, con soporte familiar, social y de los profesionales, para que la madre pueda decidir con libertad cómo criar a su descendencia.