“Tengo mucha tranquilidad porque siento que he tenido una vida plena, no solo por hacer de mi hobby mi profesión, sino porque cuando he mirado atrás tengo la sensación de que no he desperdiciado muchos minutos. Cuando tú escuchas al neurólogo que tienes una enfermedad con una esperanza de vida de entre 3 y 5 años, os podéis imaginar que lo que sientes casi es una sentencia de muerte. Entonces, creo que esa situación a mí me ha dado la posibilidad de ver la muerte cara a cara y le he perdido el miedo. Creo que he perdido el miedo, porque he aprovechado mi vida al máximo”, ha afirmado este miércoles un sincero Juan Carlos Unzué ante alrededor de 110 estudiantes de 2º de la ESO y alguno de 3º del Instituto de Mendillorri. Así, en una distendida charla –que se enmarca en un proyecto de inclusión desarrollado en el centro– el exjugador de fútbol y exentrenador, afectado de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), ha ido desgranando sus “aprendizajes de vida”.

Cuando le diagnosticaron esta patología neurodegenerativa, que produce una atrofia muscular progresiva y que actualmente no tiene tratamiento, ni cura, Unzué tomó la decisión de “dar visibilidad a la enfermedad, aprovechando el altavoz que podía tener al ser una persona pública y conseguir eventos y fondos para la investigación”. Una decisión que, ha confesado, “posiblemente ha sido la mejor que he tomado en mi vida”, por el respeto y el cariño que ha recibido desde entonces. 

“Dar visibilidad a la ELA y conseguir fondos para la investigación es la mejor decisión que he tomado en mi vida”

Juan Carlos Unzué - Exportero, exentrenador y afectado de ELA

No obstante, ha explicado que “el problema que tenemos en nuestro país es que hay muy pocas ayudas y el tema de los cuidados corre a cargo de los afectados y sus familias. Y muchas familias no tienen ahorrado ese dinero para poder pagar a los cuidadores”. 

Aprender de las derrotas

En su intervención, que los alumnos han seguido con suma atención, Unzué ha señalado que “las decepciones, las derrotas en el deporte, las frustraciones... forman parte de la vida”, de la misma manera que “los momentos de alegría o las victorias. Todos tenemos situaciones complicadas y muy buenas”, pero “yo he aprendido mucho más de los momentos complicados que de los de éxito, que por suerte también los he vivido, porque me han dado la posibilidad de sacar lo mejor de mí”.

Como ha indicado, cuando surge un problema tenemos dos alternativas: “Podemos enfadarnos, quejarnos, buscar excusas y, si cogemos ese camino, estamos alejándonos de la solución y la otra opción que tenemos siempre es intentar percibir qué podemos controlar, qué podemos cambiar y adaptarnos a las nuevas circunstancias; eso nos va a acercar a la solución”. 

En este sentido, ha recordado que “a los 13 años estaba en el colegio, a los 15 me fichó Osasuna y a los 18 estaba en el primer equipo”. Tras una pretemporada fantástica, en la primera convocatoria no le llamaron. “Os podréis imaginar la frustración que pude sentir”, ha reconocido. Sin embargo, trató de contener ese enfado inicial para demostrar al entrenador que “podía hacerlo lo mejor posible”. Así, en la segunda convocatoria tampoco apareció su nombre, pero sí en la tercera. “Os quiero decir que al final todo depende de nuestra actitud”, ha precisado. 

Asimismo, les ha recalcado que “las personas tenemos una capacidad de adaptación y de superación mucho mayor de lo que nunca hubiésemos imaginado”. “Si alguien hace 5 o 10 años me hubiese dicho que podía ser feliz en una silla de ruedas, le habría contestado que imposible. ¿Y sabéis qué? Que me habría equivocado. A pesar de estar en silla de ruedas, tengo muchísimos momentos de felicidad, y uno de ellos es este”.

Unzué, rodeado por los y las estudiantes del Instituto de Mendillorri al término de la sesión.

La importancia del deporte

Ha animado a los estudiantes a que, cuando tengan un problema que de algún modo les bloquea y no son capaces de resolver, lo comuniquen a alguien cercano para que les pueda ayudar. “Lo único que no debéis hacer es quedáoslo dentro, porque eso solo va a ir a peor”, ha añadido. Unzué ha recomendado a los jóvenes que hagan deporte, porque entre otras cosas fomenta la resiliencia y valores como el compromiso, el esfuerzo, la empatía y el trabajo en equipo, y ha sostenido que “a todos nos gusta que nos traten con cariño y con respeto”, lo cual no quiere decir que “nos digan lo que queremos escuchar”. 

Ahora, siente tranquilidad por lo que encuentra cuando echa la vista atrás: “Juan Carlos, lo intentaste. En el mejor momento de la historia del Barça, estando en el cuerpo técnico, decido irme a Numancia porque quería ser primer entrenador. La tranquilidad que me da haber sido valiente y atrevido creo que me ayuda a llevar la enfermedad de la manera en que la llevo. Cuando sintáis que queréis hacer algo, intentadlo, no os quedéis con esa sensación de frustración. Si algo tenemos que aprovechar en esta vida es cada minuto que tenemos y lo que tenemos es hoy, es el presente, el aquí y el ahora”. Lo dice alguien que tiene “56 años vividos a pleno rendimiento, con mucha satisfacción”.